Un ecosistema está compuesto de componentes vivos y no vivos que interactúan. Las poblaciones de la misma especie forman una comunidad. Los productores fabrican su propio alimento, los consumidores se alimentan de los productores u otros consumidores, y los descomponedores descomponen la materia orgánica muerta. Juntos, las cadenas alimentarias transfieren energía y nutrientes a través del ecosistema.