Los tiempos de artigas fragmentos de libro de ana ribeiro
1. LOS TIEMPOS DE ARTIGAS - FRAGMENTO DEL LIBRO DE ANA RIBEIRO1
MAYO 2010
Vengo a liberarlos de esa banda de malhechores
Cuando las fuerzas de Lecor estaban ya muy cerca de la frontera,
con su poderoso contingente de hombre y armas, Artigas manda
fabricar mil chuzas en varias herrerías particulares….Igualmente
era optimista. Sin embargo, la revolución no contó en esos
momentos con el entusiasmo que había tenido en sus comienzos y
reunir los contingentes necesarios para cubrir las defensas fue
muchas veces una ardua tarea. La notable desproporción de los
contendientes tiene que haber influido en el desanimo general. Ha sido muy trabajoso para
poder juntar los cuatro hombres y el Cabo que me ordena pida de auxilio, le confiesa un
comandante minuano a Fructuoso Rivera, en el sencillo lenguaje de los hombres de
campo; mientras que Lucas Obes, letrado y actor político de primera línea, le plantea
(también a Rivera) una preocupante indiferencia general. Convengo con usted – le dice –
en la de pelear sin distinguir de Tyranos; para nosotros todos deben ser igualmente
odiosos: esto es indudable, pero no lo es menos que no todos los Patriotas piensan así. La
opinión fluctúa, yo lo veo y no me precio de muy político. ¿A que puede atribuirse este
silencio, este paramento, esta especie de letargo en que vemos los Pueblos? V.D. por su
rango, y por la parte que le toca en nuestra defensa debe llevar en vista la situación de los
ánimos : sin este conocimiento serán mas arduas las empresas. No era tarea fácil volver a
insuflar los ánimos para embestir contra tal enemigo, pero la poderosa garganta épica del
poeta Bartolomé Hidalgo tenia todavía gran poder de convicción. En Maldonado, por
aquellos días en que los portugueses estaban ya ingresando, reúne a todo el vecindario.
Cuenta el mismo como les hablo “con la elocuencia de Cicerón” , logrando infundirles
animo :”Mal es que lo diga amigo d. Frutos, pero si no me quedo aquí ni un hombre se
hubiera reunido : todo el mundo se escondía” Tampoco era fácil para el hermano de
Artigas (Manuel Francisco) , encargado de las Tropas de Guarnición de Montevideo, ya
que tenia dificultades hasta para hacerlos formar “en parada” por su corto numero,
escasez de vestuario, indisciplina y falta de practica en el manejo de las armas. No era un
problema de la hispana Montevideo, únicamente, ya que aun en esa campaña que la
historiografía suele presentar como un compacto en torno al artiguismo había núcleos
adversos. Estando en San Carlos, Fructuoso Rivera recomienda : “Mucha vigilancia se
necesita en ese camino de rocha y mas adelante: el enemigo es muy traicionero y todos
los mas vecinos de Rocha para adelante Son enemigos también” En agosto de 1816 se
inician las hostilidades cuando los Voluntarios Reales del General Pintos de Araujo toman
Santa Teresa, a la vez que el Coronel Félix José de Mattos entraba en Melo el día 13.
Habían llegado a los limites de la Banda después de atravesar arroyos, lagunas y
pantanos en los meses de mayor frío. El 16 de agosto Fructuoso Rivera da noticia de la
ocupación de la legendaria fortaleza que guardaba la frontera, al pedir ayuda para
contrarrestar ese primer golpe. En español y portugués, tal como le indicaran sus
consejeros rioplatenses, la proclama que Pintos de Araujo dirigió a los habitantes de la
Banda Oriental era breve y contenía ideas claras y contundentes. Pese a que las tropas
portuguesas habían ostentado su disciplina en las guerras europeas – decía en primer
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Fuente LOS TIEMPOS DE ARTIGAS- Tomo 5- La derrota y la memoria – Autora
Ana Maria Ribeiro)
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2. lugar – el Rey ordeno a sus generales que los trate como hijos ; esta “bondad” del
soberano convertía a Lecor en “amigo y procurador” de los orientales. En segundo lugar
les dice que la guerra solo se dirige a “los malvados que os oprimen con los grillos de la
soberanía” a esa “banda de malhechores que infestan el país” Finalmente, apelan al factor
mas legítimamente posible y en nombre de el los convocan a unirse : “como nuestra
religión es la misma, iremos unidos a los templos a rogar al Todopoderoso mejore la
situación de este país, poniendo fin a la devastación en que se halla” …
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SE JUEGAN HASTA LA ROPA – LOS GAUCHOS 2
Una de las pasiones de este tipo social caracterizado por su
rudeza en el juego. Ya Félix de Azara, el sabio naturalista y
geógrafo español que recorriera la campaña guiado por el
entonces blandengue José Artigas, había observado que eran
capaces de jugar lo poco que poseían con la mayor sangre
fría.
“Para jugar a naipes a que son muy aficionados, se sientan
sobre los talones, pisando las riendas del caballo para que no
se lo roben, y a veces con el cuchillo o puñal clavado a su
lado en tierra; prontos a matar al que figuran que les hace
trampas ; sin que por esto dejen ellos de hacerlas siempre
que pueden. Aprecian poco el dinero, y cuando lo han perdido
todo, muchas veces poniéndolo a una sola carta, se juegan la
ropa que llevan puesta, siendo frecuente quedarse en cueros,
si el que ganó no le da algo de la suya, si es pero que la del que perdió”.
En ese medio en que todo es exceso, desde el paisaje a las tareas para conseguir los
alimentos, las diversiones iban a la par. “Claro que junto al juego hay otras diversiones
más movidas, la caza de tigres por ejemplo, que se hace a caballo y enlazando no más,
o , cuando mucho, boleando. Un testigo la describe explicando que un grupo de cuarenta
jinetes buscan las madrigueras y gritan y golpean por el lugar , hasta que “los tigres
asustados se echan a las llanuras o valles y entonces los hombres , que manejan los
caballos con destreza increíble, se dirigen a todo galope hacia ellos para tomarlos; al
efecto se sirven, con habilidad sin igual de trenzas de cuero de un largo de 18 a 20 brazas
y del grosor de un pulgar al cabo de cuy trenza hay un lazo que arrojan al pescuezo del
tigre . Si consiguen tomarlo hacen correr el caballo hasta que se pierda el resuello y así
estrangulan al tigre en la arrastrada”
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(Fuente Los Tiempos de ARTIGAS – Estallido revolucionario Tomo 1 Autora Ana Ribeiro)
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