La solidaridad se refiere al sentimiento de unidad e intereses compartidos entre personas, y es uno de los pilares de la ética moderna. El respeto implica reconocer el valor de otros y tratarlos con consideración especial, a menudo basado en reciprocidad. La puntualidad se considera una virtud humana que implica coordinarse para cumplir con tareas y obligaciones en el tiempo acordado.