El niño Zeca está enojado con su amigo Juca por humillarlo frente a sus amigos. Le desea todo tipo de mal a Juca. Su padre sabio lo lleva a jugar un juego donde debe arrojar carbón a una camisa que representa a Juca colgada en el tendedero. Aunque Zeca logra darle a la camisa pocas veces, queda todo sucio de carbón. Su padre le enseña en el espejo que aunque desee mal a otros, es a uno mismo a quien más se ensucia con esos pensamientos. Zeca entien