Los residuos sólidos se clasifican en orgánicos, reciclables, ordinarios, peligrosos y especiales. Los residuos orgánicos son aquellos que pueden degradarse rápidamente, los reciclables pueden aprovecharse en un nuevo ciclo productivo, los ordinarios no pueden aprovecharse, los peligrosos contienen sustancias tóxicas y los especiales requieren manejo especial debido a su tamaño y composición.