Una máquina simple transforma un movimiento o fuerza en otro diferente en magnitud, dirección o longitud. Funcionan de acuerdo a la ley de conservación de la energía, donde la energía aplicada se iguala a la energía resultante. Algunas máquinas simples comunes son la palanca, la polea, la tuerca husillo, el plano inclinado y la cuña.