El documento define y regula la señalización de tráfico. Explica que las señales tienen la función de advertir peligros, ordenar la circulación y recordar prescripciones para aumentar la seguridad y fluidez del tráfico. Establece el orden de prioridad entre los distintos tipos de señales y que se aplicarán a toda la anchura de la calzada salvo indicación contraria. También cubre temas como la visibilidad, idioma e idiomas de las señales y está prohibido alterarlas sin permiso.