La medicina judía se originó con Abraham en 1900 a.C. y fue complementada por las enseñanzas de Moisés en 1225 a.C. Era una medicina teocrática dirigida por sacerdotes que creían que la enfermedad era un castigo divino por el pecado. Las fuentes principales son la Biblia y el Talmud, que contienen descripciones de enfermedades y tratamientos basados en oraciones y rituales. Aunque no desarrollaron mucho la cirugía, establecieron las bases de la higiene pública mediante normas como el