Los primeros habitantes llegaron a la península hace aproximadamente un millón de años desde África. Vivían como cazadores-recolectores nómadas, construyendo refugios temporales y utilizando las pieles y huesos de animales para abrigarse y fabricar herramientas. Vivían en pequeñas tribus que se ayudaban mutuamente y tenían una vida corta debido a las enfermedades y el clima.