Las manos son una herramienta importante en el arte para representar mensajes y simbolismos. Alberto Durero fue un famoso pintor renacentista alemán conocido por su obra "Manos Orantes". Durero y su amigo Franz Knigstein acordaron que uno estudiaría arte mientras el otro trabajaba para apoyarlos, y Durero logró la fama primero para luego ayudar a Knigstein a estudiar, aunque lamentablemente los años de trabajo pesado habían dañado los dedos de Knigstein.