La autora describe su trayectoria como maestra en una comunidad indígena donde el 90% habla náhuatl, explicando que siempre quiso ser maestra a pesar de las dificultades iniciales de dejar su casa. Ahora se siente comprometida con su labor docente, guiando a los estudiantes que no son meros recipientes de conocimiento, y ve la maestría como un reto para mejorar su práctica docente, aplicando lo aprendido sobre la RIEB en su trabajo con un grupo de primer grado.