Este documento enumera las responsabilidades ministeriales de un pastor, incluyendo cultivar una vida devocional, atender a su familia, visitar a su congregación, predicar la Palabra con poder, organizar y capacitar a los laicos, impulsar la fidelidad en diezmos y ofrendas, administrar la iglesia con profesionalismo, mantener informada a la feligresía, reportar información a la oficina, asistir a eventos, impulsar proyectos locales y alcanzar los objetivos anuales del distrito.