El documento describe la experiencia de un hombre que fue encarcelado y torturado por sus creencias políticas. En la cárcel, encontró consuelo observando el cielo nocturno a través de una grieta entre la pared y el techo, lo que le permitió mantener su cordura. Años después de ser liberado, todavía disfruta observando el cielo, aunque ahora con ojos más viejos.
El Escritofrénico, un tratado sobre la curación de la psicosisMiret Editorial
Marcos es un joven absolutamente convencido de ser el creador de innumerables obras de arte no reconocidas. Esto le empuja a comportarse de manera extraña y a ser diagnosticado de una esquizofrenia paranoide. A la salida del psiquiátrico, Marcos entabla amistad con un viejo psicoanalista jubilado y con su esposa enferma. Juntos recorrerán un camino lleno de dolor y sufrimiento, pero también de esperanza. Explorarán los senderos más oscuros de la mente, recorrerán los entresijos de las relaciones humanas, intentando resolver los enigmas que dan sentido a la vida y la hacen soportable.
El Escritofrénico, un tratado sobre la curación de la psicosisMiret Editorial
Marcos es un joven absolutamente convencido de ser el creador de innumerables obras de arte no reconocidas. Esto le empuja a comportarse de manera extraña y a ser diagnosticado de una esquizofrenia paranoide. A la salida del psiquiátrico, Marcos entabla amistad con un viejo psicoanalista jubilado y con su esposa enferma. Juntos recorrerán un camino lleno de dolor y sufrimiento, pero también de esperanza. Explorarán los senderos más oscuros de la mente, recorrerán los entresijos de las relaciones humanas, intentando resolver los enigmas que dan sentido a la vida y la hacen soportable.
“Los grandes sucesos dependen de los incidentes pequeños”
En la vida hay cientos de pequeños detalles que pasamos inadvertidos. Como la luz del sol entrando por la ventana en la mañana, el olor del pasto después de una tormenta o el aroma del pan recién salido del horno. Nos enfocamos a diario en obtener el crédito para comprar el coche de última generación o hacer el mejor proyecto de la empresa que olvidamos que las pequeñas cosas son las que construyen nuestra vida y nos ayudan a tener lo que necesitamos, como ese beso de buenas noches que te dio tu hijo antes de irse a dormir y que te puso de tan buen humor que lograste resolver el error del informe del día siguiente.
Acompaña al Padre Rogelio para descubrir el significado de esas pequeñas cosas. También nos explica la parábola del trigo y la cizaña, las cuales pueden llegar a crecer juntas, sin embargo, no se debe quitar una, porque la otra se vería afectada.
Cuento corto, acerca de la leyenda de los bandoleros conocidos como los "Asesinos de la Sierra"
Short story about the legend of bandits known as "Murderers of the Sierra"
El Misterio del Aureo Florecer - Samael Aun WeorMD-DA
En “El Misterio del Áureo Florecer” el V.M. Samael profundiza y entrega una vez más las llaves para alcanzar la supra sexualidad que ya develara en “El Matrimonio Perfecto”. De esta forma el libro se convierte en una colosal guía para profundizar en los secretos del arcano A.Z.F., el único camino que hay para conseguir el despertar de la Conciencia.
También nos enseña en esta obra la forma correcta de efectuar el matrimonio perfecto, recomendándonos asanas o posturas sagradas para practicar entre un hombre y una mujer, unidos por el verdadero amor. A su vez nos da a conocer, con testimonios y relatos reales, las consecuencias del buen o mal uso que le demos a nuestra energía sexual.
Sin duda un libro imprescindible para todo el que busque la auto realización intima.
“Los grandes sucesos dependen de los incidentes pequeños”
En la vida hay cientos de pequeños detalles que pasamos inadvertidos. Como la luz del sol entrando por la ventana en la mañana, el olor del pasto después de una tormenta o el aroma del pan recién salido del horno. Nos enfocamos a diario en obtener el crédito para comprar el coche de última generación o hacer el mejor proyecto de la empresa que olvidamos que las pequeñas cosas son las que construyen nuestra vida y nos ayudan a tener lo que necesitamos, como ese beso de buenas noches que te dio tu hijo antes de irse a dormir y que te puso de tan buen humor que lograste resolver el error del informe del día siguiente.
Acompaña al Padre Rogelio para descubrir el significado de esas pequeñas cosas. También nos explica la parábola del trigo y la cizaña, las cuales pueden llegar a crecer juntas, sin embargo, no se debe quitar una, porque la otra se vería afectada.
Cuento corto, acerca de la leyenda de los bandoleros conocidos como los "Asesinos de la Sierra"
Short story about the legend of bandits known as "Murderers of the Sierra"
El Misterio del Aureo Florecer - Samael Aun WeorMD-DA
En “El Misterio del Áureo Florecer” el V.M. Samael profundiza y entrega una vez más las llaves para alcanzar la supra sexualidad que ya develara en “El Matrimonio Perfecto”. De esta forma el libro se convierte en una colosal guía para profundizar en los secretos del arcano A.Z.F., el único camino que hay para conseguir el despertar de la Conciencia.
También nos enseña en esta obra la forma correcta de efectuar el matrimonio perfecto, recomendándonos asanas o posturas sagradas para practicar entre un hombre y una mujer, unidos por el verdadero amor. A su vez nos da a conocer, con testimonios y relatos reales, las consecuencias del buen o mal uso que le demos a nuestra energía sexual.
Sin duda un libro imprescindible para todo el que busque la auto realización intima.
Fragmento de "Matamorfosis en el cielo."
Libro de Mathias Malzieu, escritor también de "La mecánica del corazón.", "La alargada sombra del amor." y "El beso más pequeño."
El mirlo del mandarín (primeras páginas)ABAB Editores
Desde el siglo IV al VI d. C. innumerables anacoretas huyeron de su mundo para buscar la perfección cristiana en los desiertos, pero la soledad y las mortificaciones trastornaron a muchos.
Pecadores y santos, lúcidos y dementes alternan en estas nueve intensas narraciones de misántropos y malditos.
Editorial: ABAB Editores
Autor: Miguel Fernández-Pacheco
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr
1. Hubo un tiempo en que aquella grieta amorfa era la única conexión
posible entre el mundo y yo, entre la vida y mi lenta muerte. El universo
cobraba otra dimensión y lo que antes pasaba enteramente
desapercibido, ahora se tornaba en razón para vivir. Y los recuerdos
vienen al vuelo:
- Compañero, ándate con cuidado, la cosa está alborotada con lo del
Capitán Pinto- dijo Mendoza -.
- ¡Tranquilo quiboreño, yo veo como resuelvo!, pero necesito encontrarme
con los compañeros de la célula y ver como salimos de este berenjenal- dije
en tono áspero.
- ¿Tú como que te estás asustado? - le recriminé -.
- Deja de decir cosas que no son, ¿Qué te pasa?,
yo de que me las juego me las juego, ¡cuenta con eso!-
- Ok, cuento contigo entonces compañero, ahí nos vemos.
2. Aquella noche calurosa previa al Domingo de Ramos, entré al viejo bar La
Rotonda y al fondo vi las caras de Belandria, el catire Guillermo, Larraín,
Genaro Márquez, Mendoza el quiboreño, Ortigoza y un flaco barbudo que
creo venía de Humocaro Alto.
Había un no sé qué en el ambiente aparentemente tranquilo abarrotado
de clientes, que me hacía sospechar una celada. Desde el portal, hice
señales enérgicas a los compañeros para que disolvieran la reunión y
emprendieran la huída. Casi al instante, todos se dispersaron y
desaparecieron en la espesa oscuridad.
De la nada apareció un hombre como de dos metros de alto, chaqueta
azul a pesar del sofocante calor de abril, y me apuntó con su arma:
-¡Quédate dónde estás!,- dijo el gigante de azul-.
- ¡Tranquilo mi sargento que se le puede disparar esa bicha!
- dije entre confianzudo y temeroso-.
Seis meses en terapia, luego el alta apresurada.
3. De inmediato al penal, tortura incluida, fuga y recaptura. Alejado del
mundo, de mi familia, de mis compañeros de lucha, de mi pueblo
polvoriento y querido, de todo y de mí.
Los largos días de tedio, insomnio, hambre, golpes y humillación me
convirtieron en una masa que sólo obedecía a los instintos de un terco
organismo que se negaba a darle el gusto de perecer a sus opresores-
torturadores.
En ese devenir, el tiempo pasaba
lento y me inventaba nuevos y
complicados laberintos para
engañar a mi mente que iba a la demencia.
Inventé un nuevo microcosmos con
el cual interactuaba y donde cada
pequeño ruido era una señal que mis
sentidos percibían como parte de un
novedoso idioma hecho a mimedida.
4. Hasta que me descubrí a mi mismo filmando el cielo, sólo con mis ojos
cansados de tanta oscuridad. Allí estaba esa magnífica fisura entre la
pared y el alto techo. Así que en las largas noches tenebrosas descubría el
juego cósmico de estrellas y nebulosas.
Cualquiera hubiese podido pensar que definitivamente estaba
desquiciado, pero observar el cielo estrellado, puede hacer la diferencia
entre enloquecer o delatar a tus compañeros. O ambas cosas.
Las noches nubladas o de lluvia me privaban de mi particular
ocupación y me llevaban de nuevo a la angustia de mi madre,
familia, amigos que de seguro estarían sufriendo
por culpa de este terco ser…
Cierta ocasión, mis carceleros se percataron
de que estaba
verdaderamente
enfermo y vi de nuevo la luz radiante que casi me deja ciego, la gente, el
horrible ambiente de hospital y percepciones que creía
olvidadas, desaprendidas. Tiempo después
fui liberado.
5. Mis compañeros de lucha habían sufrido casi idéntico destino que el
mío, solo que algunos no regresaron, entre ellos Ortigoza y el catire
Guillermo.
Años después, en una oportunidad me encontré a Mendoza el
quiboreño, quién al verme me abrazó y le dije:- Aquí estoy, ¡casi loco pero
vivo! Te juro que no les guardo rencor, si hubiese sido más rápido no me
atrapan, ¡Eso me pasó por lento jajaja!
Aún tengo la costumbre de observar el cielo en las noches. Ahora con
mis pupilas ya viejas, pero el cielo es más ancho, inmenso e infinito que
antes. Me queda mucho por filmar…