El Cipitío es un personaje de la leyenda salvadoreña que nació de la relación prohibida entre la diosa Luna Ziguet y el dios Lucero de la Mañana. Fue castigado junto a su madre por el dios supremo Teotl a permanecer como un niño errante por la eternidad. Representa las relaciones prohibidas y actualmente es un icono cultural salvadoreño retratado como un niño alegre que vaga por doquier.