El modelo agroexportador surgió en América Latina cuando la economía de los países dependió de la exportación de uno o varios productos agrícolas. Los países se especializaron en la producción y exportación de materias primas a cambio de divisas para importar productos manufacturados. Este modelo creó una economía de dependencia y retrasó el desarrollo industrial en la región, aunque también impulsó algunos avances en infraestructura y servicios.