2. Níobe estaba casada con
Anfión y se sentía orgullosa
de él porque era un músico
tan bueno que movía las
piedras .Éste también era
descendiente de Júpiter y de
ocupar el trono de la
poderosa Tebas .
3. Un día Manto, la hija de
Tiresias, fue pregonando por
todas las calles que todas las
mujeres fueran a rezarle y a
ofrecerle incienso a Latona y
a Apolo y Diana , que eran
sus hijos.
Todas las tebanas obedecen.
Sin embargo, llega Níobe y
exige que le recen a ella y
que le hagan ofrendas como
a un ser divino ya que decía
que su familia provenía de
dioses que ocupaban
puestos importantes entre
los dioses .
4. Níobe era rica y bella y
contaba con siete hijas y siete
hijos.
Sin embargo, Latona nacida
de un titán llamado Ceo sólo
tiene dos hijos gemelos,
Apolo y Diana, la séptima
parte.
Níobe pide a las tebanas que
se vayan pero ellas siguen
adorando a Latona en voz
baja .
5. Latona se indigna y desde lo alto del
monte les dice a sus hijos que está
muy orgullosa de haberlos tenido pero
que no consiente que ninguna diosa,
excepto Juno, se creyera mejor que
ella. Entonces, les pide que le ayuden
para que no le quiten su trono en los
cielos que durante siglos ha ocupado y
donde la veneraban .
Además, les dijo que Níobe les insultó
diciéndole que ella tenía mas hijos.
6. Apolo la interrumpe y
rápidamente con su hermana
Diana se deslizaron por los
aires y escondidos en una
nube llegan a Tebas .
Los hijos varones de Níobe
fueron muriendo poco a poco
porque los dioses iban
matándoles, al mayor le
alcanzó una flecha y a Sípilo,
que iba junto a él, una saeta .
Al enterarse Anfión, se
atraviesa el pecho con un
puñal.
A pesar de que todos odiaban
a Níobe, se compadecen de
ella por la tragedia .
7. Níobe besa a sus difuntos
hijos, después alza los brazos al
cielo y grita que con la muerte
de sus hijos ya se puede dar
por satisfecha, que ha acabado
con su vida y con la de sus
hijos. Pero dice también que
aunque Latona haya matado a
sus siete hijos siempre tendrá
más que ella, sus siete hijas.
Poco después, se oye como se
tensa el arco y comienza a
matar a sus siete hijas. Cuando
estaban a punto de disparar a
la única hija que le quedaba a
Níobe viva, empieza a suplicar
que la dejara viva, que era la
única que le quedaba y que era
la más pequeña.
8. Cuando matan a su última
hija, Níobe se sienta junto a
los cadáveres de su marido y
de sus hijos y se vuelve rígida
de tanta desgracia , la lengua
se le endurece y las venas ya
no están en movimiento.
Continúa llorando y rodeada
por un remolino de viento es
transportada a Lidia, que fue
el lugar donde nació, y así se
va desvaneciendo en la cima
de una montaña donde el
mármol todavía hoy llora.