La obesidad en los EEUU, va en aumento debido al estilo de vida que llevan los ciudadanos. De no tomarse medidas efectivas el problema seguirá creciendo dramáticamente.
Las personas no tienen tiempo para preparar alimentos saludables, lo que se justifican en parte por las jornadas laborales que generan un desorden alimentario, dando como resultado la aparición de muchas enfermedades, especialmente digestivas y cardiovasculares.
Desafortunadamente los estadounidenses, realizan actividades de diversión sedentarias para desestresarse, sin hacer el mínimo esfuerzo físico.
Los padres de familia trasmiten ese mal ejemplo a sus hijos lo que incrementa las posibilidades de obesidad infantil, al no disponer de tiempo para compartir y hacer ejercicio, así sea una simple caminata.
La cultura consumista busca suplir las necesidades afectivas de los niños con cosas materiales y alimentos, que sirven como pretexto para dar una mejor imagen de los padres y familiares que tratan de llenar los vacíos emocionales de los infantes.
La dificultad también radica en que los adultos subestiman que su peso corporal los conduzca a situaciones insostenibles, lo grave es que cuando se dan cuenta la enfermedad les ha tomado ventaja.
La obesidad cuesta al país millones de dólares en campañas preventivas que no hay dado los resultados esperados.
A eso también contribuyen las deficientes políticas estatales para efectuar una regulación eficiente y efectiva hacia las empresas productoras de bienes y servicios, y campañas de concientización ciudadana para reducir el consumo de comida “chatarra”.
Es por eso que he considerado importante la presentación de este código moral que busca que se lleve a cabo una reflexión más profunda sobre la responsabilidad de todos los actores que intervienen en esta problemática social, que debe ser resuelta entre todos y no de manera individual, partiendo desde la educación en el consumo de alimentos y el estímulo del deporte en el hogar, hasta el compromiso de las empresas productoras de alimentos y del Estado como ente regulador de la salud de la población, para reducir los índices de obesidad.
Además, en el libro se presentan algunas tipologías sobre la obesidad, pretendiendo generar un cambio de actitud de las personas frente al consumo de alimentos no saludables y, el grado de participación que deben tener las familias para involucrar a sus integrantes en actividades deportivas con el propósito de reducir el sedentarismo mejorando la calidad de vida individual y colectiva.
En Estados Unidos la obesidad alcanza la categoría de epidemia y el hecho de señalarla como enfermedad ayuda a que se asignen más recursos en investigación para reducirla implementando campañas para su tratamiento y prevención.
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
OBESIDAD EN EEUU
1. David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende
por una economía «más humana, más igualitaria, capaz de
contribuir a mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010
algunas de sus publicaciones fueron traducidas a varios idiomas.
Una de las más destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y
por «su sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento
comprometido con los problemas de la cotidianidad».
CÓDIGO
MORAL
PARA
COMBATIR
LA
OBESIDAD”
David
Francisco
Camargo
Hernández
La obesidad en los EEUU, va en aumento debido al estilo de vida que llevan los ciudadanos. De no
tomarse medidas efectivas el problema seguirá creciendo dramáticamente.
Las personas no tienen tiempo para preparar alimentos saludables, lo que se justifican en parte por
las jornadas laborales que generan un desorden alimentario, dando como resultado la aparición de
muchas enfermedades, especialmente digestivas y cardiovasculares.
Desafortunadamente los estadounidenses, realizan actividades de diversión sedentarias para
desestresarse, sin hacer el mínimo esfuerzo físico.
Los padres de familia trasmiten ese mal ejemplo a sus hijos lo que incrementa las posibilidades de
obesidad infantil, al no disponer de tiempo para compartir y hacer ejercicio, así sea una simple
caminata.
La cultura consumista busca suplir las necesidades afectivas de los niños con cosas materiales y
alimentos, que sirven como pretexto para dar una mejor imagen de los padres y familiares que
tratan de llenar los vacíos emocionales de los infantes.
La dificultad también radica en que los adultos subestiman que su peso corporal los conduzca a
situaciones insostenibles, lo grave es que cuando se dan cuenta la enfermedad les ha tomado
ventaja.
La obesidad cuesta al país millones de dólares en campañas preventivas que no hay dado los
resultados esperados.
A eso también contribuyen las deficientes políticas estatales para efectuar una regulación eficiente
y efectiva hacia las empresas productoras de bienes y servicios, y campañas de concientización
ciudadana para reducir el consumo de comida “chatarra”.
Es por eso que he considerado importante la presentación de este código moral que busca que se
lleve a cabo una reflexión más profunda sobre la responsabilidad de todos los actores que
intervienen en esta problemática social, que debe ser resuelta entre todos y no de manera
individual, partiendo desde la educación en el consumo de alimentos y el estímulo del deporte en el
hogar, hasta el compromiso de las empresas productoras de alimentos y del Estado como ente
regulador de la salud de la población, para reducir los índices de obesidad.
Además, en el libro se presentan algunas tipologías sobre la obesidad, pretendiendo generar un
cambio de actitud de las personas frente al consumo de alimentos no saludables y, el grado de
participación que deben tener las familias para involucrar a sus integrantes en actividades
deportivas con el propósito de reducir el sedentarismo mejorando la calidad de vida individual y
colectiva.
En Estados Unidos la obesidad alcanza la categoría de epidemia y el hecho de señalarla como
enfermedad ayuda a que se asignen más recursos en investigación para reducirla implementando
campañas para su tratamiento y prevención.
2. David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende
por una economía «más humana, más igualitaria, capaz de
contribuir a mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010
algunas de sus publicaciones fueron traducidas a varios idiomas.
Una de las más destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y
por «su sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento
comprometido con los problemas de la cotidianidad».
CÓDIGO
MORAL
PARA
COMBATIR
LA
OBESIDAD”
David
Francisco
Camargo
Hernández
La obesidad en los EEUU, va en aumento debido al estilo de vida que llevan los ciudadanos. De no
tomarse medidas efectivas el problema seguirá creciendo dramáticamente.
Las personas no tienen tiempo para preparar alimentos saludables, lo que se justifican en parte por
las jornadas laborales que generan un desorden alimentario, dando como resultado la aparición de
muchas enfermedades, especialmente digestivas y cardiovasculares.
Desafortunadamente los estadounidenses, realizan actividades de diversión sedentarias para
desestresarse, sin hacer el mínimo esfuerzo físico.
Los padres de familia trasmiten ese mal ejemplo a sus hijos lo que incrementa las posibilidades de
obesidad infantil, al no disponer de tiempo para compartir y hacer ejercicio, así sea una simple
caminata.
La cultura consumista busca suplir las necesidades afectivas de los niños con cosas materiales y
alimentos, que sirven como pretexto para dar una mejor imagen de los padres y familiares que
tratan de llenar los vacíos emocionales de los infantes.
La dificultad también radica en que los adultos subestiman que su peso corporal los conduzca a
situaciones insostenibles, lo grave es que cuando se dan cuenta la enfermedad les ha tomado
ventaja.
La obesidad cuesta al país millones de dólares en campañas preventivas que no hay dado los
resultados esperados.
A eso también contribuyen las deficientes políticas estatales para efectuar una regulación eficiente
y efectiva hacia las empresas productoras de bienes y servicios, y campañas de concientización
ciudadana para reducir el consumo de comida “chatarra”.
Es por eso que he considerado importante la presentación de este código moral que busca que se
lleve a cabo una reflexión más profunda sobre la responsabilidad de todos los actores que
intervienen en esta problemática social, que debe ser resuelta entre todos y no de manera
individual, partiendo desde la educación en el consumo de alimentos y el estímulo del deporte en el
hogar, hasta el compromiso de las empresas productoras de alimentos y del Estado como ente
regulador de la salud de la población, para reducir los índices de obesidad.
Además, en el libro se presentan algunas tipologías sobre la obesidad, pretendiendo generar un
cambio de actitud de las personas frente al consumo de alimentos no saludables y, el grado de
participación que deben tener las familias para involucrar a sus integrantes en actividades
deportivas con el propósito de reducir el sedentarismo mejorando la calidad de vida individual y
colectiva.
En Estados Unidos la obesidad alcanza la categoría de epidemia y el hecho de señalarla como
enfermedad ayuda a que se asignen más recursos en investigación para reducirla implementando
campañas para su tratamiento y prevención.