La obsolescencia se refiere a la caída en desuso de máquinas y tecnologías debido a su bajo rendimiento en comparación con nuevas opciones y no por fallas. Puede deberse a la falta de repuestos, mejoras tecnológicas que producen equipos más potentes, o el surgimiento de nuevas tecnologías sustitutivas. Aunque genera empleos e innovación, también conduce a una gran cantidad de residuos electrónicos debido a la necesidad de reemplazar equipos funcionales.
Obsolescencia programada por David Montaguano (Equipo de Redacción de @noobsolescencia)
1.
2. La obsolescencia es la caída en desuso
de máquinas, equipos y tecnologías
motivada no por un mal funcionamiento
del mismo, sino por un insuficiente
desempeño de sus funciones en
comparación con las nuevas máquinas,
equipos y tecnologías introducidos en el
mercado.
3. La obsolescencia puede deberse a diferentes causas, aunque
todas ellas con un trasfondo netamente económico:
La imposibilidad de encontrar repuestos adecuados, como en
el caso de los vehículos automóviles. En este caso, la ausencia
de repuestos se debe al encarecimiento de la producción al
tratarse de series cortas.
La obsolescencia es, también, consecuencia directa de las
actividades de investigación y desarrollo que permiten en
tiempo relativamente breve fabricar y construir equipos
mejorados con capacidades superiores a las de los
precedentes. El paradigma, en este caso, lo constituyen los
equipos informáticos capaces de multiplicar su potencia en
cuestión de meses.
Igualmente se produce en nuevos mercados o tecnologías
sustitutivas, en las que la opción de los consumidores puede
fácilmente polarizarse a favor de una de ellas en detrimento de
las restantes, como en el caso del sistema de vídeo VHS frente al
DVD.
4. si no se venden productos que tengan una caducidad
determinada, la gente no compra más, por lo que la economía
se hunde. Esta técnica mantiene arriba el sistema en el que
vivimos, ya que genera puestos de trabajo, beneficios globales,
y fuerza la aparición de nuevos diseños.
Por otro lado, genera competitividad, ya que no hay fabricante
que quiera quedarse en la retaguardia de la innovación. Es
como una carrera: si corres solo sigues un ritmo propio y
constante, y excepto que no tengas una motivación especial
no sueles ir más allá, pero si alguien corre contigo siempre
tenderás a esforzarte más; es algo fieramente humano. Gracias
a esta tendencia podemos disfrutar de productos cada vez más
nuevos, más potentes, más refinados y más específicos. Ésa es
otra ventaja, ya que de esto deriva en niveles de producción
muy elevados que abaratan los costes, de modo que conforme
un producto se vende más, cuesta más barato con el paso del
tiempo (aunque no dure mucho en las tiendas).
5.
6. Actualmente nos encontramos frente a una
paradoja cuyas consecuencias son aún
difíciles de cuantificar; en efecto, cuando por
un lado se dispone de la capacidad
tecnológica de fabricar productos duraderos,
nos encontramos en la necesidad de
adaptarnos al cambio permanente de las
tecnologías.
Ello conlleva la continua sustitución de equipos
que por carecer con frecuencia de mercados
de segunda mano genera ingentes
cantidades de residuos, con la problemática
medioambiental que ello supone