La autora analiza cómo las nuevas tecnologías digitales están afectando al sistema tradicional de derechos de autor y la ley de propiedad intelectual. Señala que la ley debería mantener una neutralidad tecnológica y proteger todas las creaciones originales independientemente del medio, aunque reconoce que las nuevas modalidades de explotación digital pueden modificar los flujos económicos y el estatus jurídico. Finalmente, argumenta que el sistema de derechos de autor podría mantenerse si se adapta a los contenidos digitales y si