El oncenio de Leguía se caracterizó por la dependencia económica de Estados Unidos, la celebración del centenario de la independencia y batalla de Ayacucho, y la oposición creciente de figuras como Haya de la Torre y Mariátegui. Leguía buscó la reelección indefinida pero tuvo que renunciar en 1930 luego de una sublevación y la crisis económica de 1929.