Augusto B. Leguía gobernó el Perú como presidente entre 1919 y 1930. Realizó importantes obras de infraestructura como carreteras, puentes y canales de irrigación. También promovió la inversión extranjera, especialmente de Estados Unidos. Sin embargo, su gobierno se volvió cada vez más autoritario y corrupto hasta que fue derrocado por un golpe militar en 1930 tras la crisis económica mundial de 1929.