Este documento presenta un programa de formación en valores para promover la convivencia pacífica. Resalta la importancia de enseñar a los niños a ser amables desde pequeños para que se sientan felices siendo amables y para que otros quieran interactuar con ellos. Recomienda enseñarles a agradecer, decir "por favor" y "gracias", y tener gestos de solidaridad para formarlos como personas educadas capaces de convivir en paz. Finalmente, presenta un cuento sobre un niño que usa palabras amables como "llaves" para abrir

1. PROGRAMA DE FORMACIÓN HUMANA Y VALORES
PARA UNA CONVIVENCIA EN PAZ
Ficha # 3
EL VALOR DE SER AMABLES
Coordinado por Sofía Alvarez

2. EL VALOR DE SER AMABLES
Para crecer como personas amables contribuyendo con nuestro comportamiento a la
paz, debemos enseñar a los niños y niñas a ser amables y tener detalles positivos
con los demás desde pequeños. Esto beneficia a nuestros hijos que se sentirán
felices de ser amables y al mismo tiempo al resto de personas que querrán tener
contacto con ellos.
Como lo dice la palabra de Dios: “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y
amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y
paciencia». Colosenses 3:12.
Si les enseñamos desde que son pequeños a ser agradecidos, capaces de decir “por,
favor”, “gracias” o tener gestos solidarios hacia los demás, les estaremos formando
para que sean unas personas educadas, ayudándolos así a tener una buena
convivencia.
Recordemos que la amabilidad nace de esos buenos sentimientos que el hombre
alberga por el simple hecho de ser imagen misma de Dios.

3. TAREA 3
Leer a los niños el siguiente cuento y reflexionar con ellos sobre la importancia de
ser amables con los demás para tener una convivencia armoniosa y en paz.
Cuento sobre la amabilidad para niños
Por Susanna Arjona Borrego, España.

4. Cuento sobre la amabilidad para niños
Por Susanna Arjona Borrego, España.
Daniel juega muy contento en su habitación, saca polvos mágicos con los que monta
y desmonta palabras sin cesar.
Hay veces que las letras saltan y se unen solas para formar palabras fantásticas,
imaginarias, y es que Daniel es un mago de las palabras.

5. Lleva unos días preparando un regalo muy especial para aquellos que más quiere.
Es muy divertido ver la cara de mamá cuando descubre por la mañana un «buenos
días» lleno de colores debajo de la almohada; o cuando papá encuentra en su
coche un «te quiero» de color celeste.
Sus palabras son amables y bonitas, cortas, largas, que suenan bien y hacen sentir
bien: gracias, te quiero, buenos días, por favor, lo siento.

6. Daniel sabe que las palabras son poderosas y a él le gusta jugar con ellas y ver la
cara de felicidad de la gente cuando las oye.
Sabe bien que las palabras amables son mágicas, son como llaves que te abren la
puerta de los demás.
Porque si tú eres amable, todo es amable contigo.
Daniel te pregunta: ¿Quieres intentarlo tú y ser el mago de las palabras amables
con todos? FIN