La observación es un proceso para recoger información sobre un objeto. Ofrece datos permanentes sobre el entorno. Para que los datos sean válidos, la observación debe ser planificada, definir claramente los objetos y sistematizar y registrar los datos obtenidos. Existen dos tipos de observación: participante e integrado en el grupo; y no participante, externo pero al margen de las interacciones del grupo.