El documento resume la organización eclesiástica en el Perú colonial. Estaba dirigida por obispos y arzobispos, y dividida en obispados, curatos y arzobispados. Algunos de los obispos más importantes fueron Fray Jerónimo, que impulsó la evangelización quechua; Santo Toribio, gran reorganizador de la iglesia; y Bartolomé Lobo, que se encargó de la extirpación de idolatrías. Las principales órdenes religiosas fueron los dominicos, franciscan