El documento describe la representación de París como una ciudad barroca que se desarrolló en una isla en el río Sena en el siglo III a.C. Se usan líneas y esferas de diferentes colores para simbolizar los elementos centrales de la ciudad como las calles principales, murallas, puentes y expansión territorial. El modelo también representa los factores sociales, económicos, políticos y religiosos que sostuvieron el crecimiento de París.