La parroquia postconciliar o renovada le caracteriza una pastoral de clara inspiración misionera, pone en el centro la posibilidad liberadora de la palabra de Dios. Su acción evangelizadora dinámica y atractiva, desarrollo de carisma acogedor y esperanzador para los que sufren y son menospreciados. Comprometida al servicio de la causa de Jesucristo a la transformación del mundo.