Los científicos descubrieron la "partícula de Dios", también conocida como el bosón de Higgs, que explica cómo se forma la materia. Sin esta partícula, las otras partículas fundamentales viajarían a la velocidad de la luz y el universo no se habría "coagulado" para formar materia. Científicos mexicanos participaron en el experimento ALICE para estudiar esta partícula a través de detectores creados por universidades mexicanas como la UNAM, Cinvestav y BUAP.