El documento describe la transición del estado oligárquico al estado corporativo-populista en el Perú. La crisis política, económica y social del estado oligárquico, junto con el descontento público, llevó a este cambio. Sin embargo, la corrupción arraigada y las desigualdades de clase persistieron bajo el nuevo estado, que no logró mejorar realmente las condiciones de vida. Para progresar, el Perú debe combatir la corrupción, promover la inclusión social y exigir un compromiso auténtico de los líderes