El modelo TCP/IP surgió a mediados de los años 70 para mejorar la eficiencia de la red ARPAnet del ejército estadounidense. TCP/IP se compone de cuatro capas: aplicación, transporte, internet y acceso a la red. Cada capa encapsula la información de la capa superior agregando una cabecera, por lo que los paquetes de datos cambian de nombre según la capa: mensaje, segmento, datagrama o trama. TCP/IP sigue un enfoque modular dividiendo el problema en diferentes capas de acuerdo a su nivel