Los textos resaltan la importancia de vivir la misa con devoción y fe. La misa es un encuentro personal con Dios donde se adora, alaba, pide y da gracias. Cada persona recibe los beneficios de la misa en la medida de su fe y devoción, como quien llena un cántaro en una fuente. A pesar del mal en el mundo, Cristo como rey y sacerdote vencerá con el amor de Dios.