El documento discute cómo el Concilio Vaticano II abordó el tema del final de la revelación divina. El Concilio se enfocó no tanto en el momento preciso en que terminó la revelación, sino en las consecuencias de su enseñanza sobre la naturaleza de la revelación. El Concilio enseñó que la revelación cristiana se completó con Cristo y los Apóstoles, y que a partir de ellos la fe pasa a través de la mediación apostólica.