El documento contiene cuatro citas de pensadores católicos. La primera cita de San Ambrosio enfatiza que los beneficios divinos se otorgan a los que están despiertos y vigilantes. La segunda cita de Alfonso Rey señala que algunas personas cristianas descuidan su vida espiritual a pesar de cuidar otras áreas de su vida. Las últimas dos citas del Papa Benedicto XVI explican que los salmos enseñan a orar porque permiten dirigirse a Dios con Sus propias palabras.