El documento resume la importancia del pH en la digestión. Explica que el pH en la boca, faringe y esófago es débilmente ácido de 6-8, mientras que el pH en el estómago es muy ácido por debajo de 5 para inhibir la degradación de carbohidratos. En el intestino delgado, el duodeno provee un pH balanceado para activar las enzimas digestivas a través de la bilis y el bicarbonato pancreático, creando un ambiente neutro de pH 8,5 para la absorción de nutrientes.