Las pilas contienen metales pesados como mercurio, cadmio y plomo que son tóxicos y contaminantes. Cuando las pilas usadas son desechadas en basureros, estos metales se liberan y contaminan el suelo, agua y aire, poniendo en riesgo la salud humana y el medio ambiente. Se necesitan alternativas sin estos metales y mejores métodos de desecho y reciclaje de pilas.