La pixilación es una técnica de stop motion en la que actores humanos son fotografiados fotograma a fotograma manteniendo poses sutiles que cambian entre frames, transformándolos en marionetas humanas. Se proliferó en los años 90 como método de experimentación en animación. Fue popularizada en los 50 por el director Norman McLaren con su película ganadora del Oscar Neighbours en 1952. Algunas películas notables que usaron esta técnica incluyen El hotel eléctrico, A chairy tale, y Western Spaghetti.