Un plan de vida para personas jubiladas debe incluir metas a corto y largo plazo, actividades que den sentido y propósito, y tiempo para cultivar la espiritualidad, aprender nuevas cosas, y pasar tiempo con amigos y familia. Un ejemplo es Sofía, una mujer de 60 años que se jubila y decide abrir una tienda para mantenerse ocupada y ayudar con el cuidado de su nieta, además de asistir a un centro comunitario dos veces por semana para interactuar con otros y mantenerse activa.