Presentación de Gerardo Borda Zenteno, Jefe de Unidad de Proyectos Eólicos Corani S.A. durante el Foro Internacional del Gas realizado del 13-15 de noviembre en la ciudad de Tarija, Bolivia
Presentación de Gerardo Borda Zenteno, Jefe de Unidad de Proyectos Eólicos Corani S.A. durante el Foro Internacional del Gas realizado del 13-15 de noviembre en la ciudad de Tarija, Bolivia
1. Actualmente, la utilización de los combustibles fósiles se está
cuestionando desde diversos frentes, debido a su poca sostenibilidad
medioambiental y económica. La quema de combustibles fósiles
contribuye en gran medida al aumento del nivel de CO2 en la atmósfera,
directamente asociado con el fenómeno del calentamiento global.
Paralelamente, se está produciendo un descenso en las reservas de
petróleo, que unido a un aumento de la conflictividad en los países
tradicionalmente productores de crudo, hacen necesaria la búsqueda de
nuevas fuentes de energía y de materias primas alternativas a los
combustibles fósiles, y especialmente al petróleo.
Los combustibles producidos a partir de fuentes renovables, concretamente de la
biomasa (biocombustibles), podrían disminuir la dependencia global de los
combustibles fósiles y en particular del petróleo, además de desempeñar un papel
importante en la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Este último aspecto
es debido a que el CO2 producido a partir de la combustión de biocombustibles equivale
al CO2 fijado por la planta en la fotosíntesis, razón por la cual no se incrementa la
cantidad de CO2 presente en la atmósfera. El siglo XXI puede suponer el desarrollo y
perfeccionamiento de una tecnología que permita introducir en la vida cotidiana tanto
biocombustibles como otros productos, cuyas materias primas hoy día proceden del
petróleo, y que podrían obtenerse a partir de materias primas renovables de origen
vegetal. Sin olvidar además que el desarrollo de los biocombustibles ofrecería una
oportunidad de futuro para las comunidades rurales.
Muchas son las plantas que pueden usarse como fuente de biocombustibles, pero la
tendencia actual es al cultivo de especies que no compitan directamente con la
alimentación, y den un alto rendimiento por hectárea incluso en terrenos marginales
(terrenos con suelo y agua de mala calidad y por lo tanto poco aptos para el cultivo).
Al hilo de esto surge la idea del uso de especies de plantas laticíferas como fuente de
obtención de biocombustibles. Las plantas laticíferas son unas plantas muy adaptadas a
climas áridos, y tienen la particularidad de producir un líquido lechoso, viscoso y no
comestible compuesto por largas cadenas hidrocarbonadas.
2. Ese líquido extraído en caliente con el disolvente adecuado puede ser transformado en
diesel en refinerías de petróleo convencionales mediante el uso de la tecnología ya
existente.
En España existe desde el año 2008 un proyecto entre Repsol y la empresa Synergia
conjuntamente con otros centros de investigación públicos, para el desarrollo de esta
tecnología cuyo principal usuario sería el sector agrícola.