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PLESIOSAURIO
Primera revista de ficción breve peruana
EL BOLO ALIMENTICIO
PLESIOSAURIO
Primera revista de ficción breve peruana
EL BOLO ALIMENTICIO
Lima, Perú
PLESIOSAURIO
Primerarevistadeficciónbreveperuana
Año III, Nº 3, Vol. 2. Lima, octubre de 2010.
Dirección: Rony Vásquez Guevara, Dany Doria Rodas
Comité editor: Rubén Roque Aroni, Carolina Rodríguez Alzza,
Diana Cribilleros Ramos, Jimena Talavera Prialé
Diseño de carátula: Carlos Lavida
Ilustraciones: Diana Cribilleros RamoS
Diseño y diagramación de interiores: abism ditores
Corrección de textos: Dany Doria Rodas
Cuidado de la edición: Zoilo Rodríguez Ventura
œ
© Plesiosaurio
Web: http://revistaplesiosaurio.blogspot.com
E-mail: plesiosaurio.peru@gmail.com
© abismœditores, 2010
Jr. Pablo Risso 351, Lima 30
Web: http://abismoeditores.blogspot.com
E-mail: abismoeditores@gmail.com
ISSN 2071-4114 (impresa)
ISSN 2218-4112 (en línea)
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú
Nº 2008-13407
Incluye Vol. 1.
Impreso en Perú - Piru llaqtapi qillqasqa - Printed in Perú
El contenido de cada texto es de responsabilidad exclusiva de
cada autor o autores y no compromete a la revista.
En este número...
Nota editorial
Plesiosaurio,compromisocon la minificción 9
Los nutrientes líquidos
ManuelGonzález Prada 11
Abraham Valdelomar 15
Adriana AlarcodeZadra (Perú) 19
Ana MaríaShua (Argentina) 23
Antonio Cruz(Argentina) 27
EstebanDublín (Colombia) 31
Guillermo BustamanteZamudio(Colombia) 35
Sandra Bianchi (Arbentina) 39
MarioGuevara (Perú) 43
Carlos Saldívar 47
LauraVizcaíno Mosqueda(México) 51
CésarValdiviezo(Perú) 55
JoséLuisCastellanosSegura(España) 59
MaríaElena Lorenzín(Argentina) 63
Sara Bravo Montenegro(Perú) 67
MartínGardella(Argentina) 71
Leonardo Cárdenas(Perú) 75
AlejandroBentivoglio (Argentina) 79
Román dela Cruz(Perú) 83
Saturnino Rodríguez(Cuba) 87
RubénRoqueAroni (Perú) 91
Dany Doria Rodas (Perú) 95
8 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Plesiosaurio, compromiso con la minificción
La tercera entrega de Plesiosaurio. Primera revista de
ficción breve peruana ya no es solamente una «apuesta
por la brevedad», un proyecto emergente en el cual
nos embarcamos para suplir una carencia en el
panorama literario peruano, sino un compromiso
firme y sincero, consolidado, que demuestra nuestra
íntima filiación con la ficción breve. La falta de
atención a la minificción que se refleja como un virus
hepático en la literaturaperuana, más queun síntoma
de malestar, se constituye en nosotros como un
aliciente que impulsa a servirnos de cada texto
brevísimo como una diminuta píldora que purifica
todo nuestroorganismo literario.
En el Perú, somos la semilla de la producción y
difusión de minificciones en un soporte material y
virtual dedicado con exclusividad a dicho género. En
la presente entrega extendemos las diminutas aletas
del plesiosaurio para acoger a investigadores y
miniaturistas —como diría Edmundo Valadés— de
diversos países. La minificción se constituye como el
género en el cual se produce la mayor complicidad
entre el texto y su lector; en consecuencia, Plesiosaurio
debería mostrar esta relación de complicidad a lo
largo de sus páginas. Por esta razón, y porque
creemos que un formato contribuye al
establecimiento de esta relación, en esta entrega,
Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana facilita
el contacto de la revista con sus lectores, pues ha sido
dividida en dos volúmenes que se ofrecerán de
manera conjunta, división material, pero unidad de
contenido: el primero, dedicado a los artículos o
ensayos sobre la minificción, así como entrevistas y
reseñas, las secciones «La muela del plesiosaurio» y
«La garra del plesiosaurio»; y el segundo, «El bolo
alimenticio», dedicado en exclusiva a la creación
miniaturista, de manera independiente, para deleite y
goce de todos ustedes. En esta oportunidad hemos
recuperado dos autores de nuestra tradición y
difundimos algunos de sus microrrelatos: Abraham
ValdelomaryManuelGonzález Prada.
No podemos terminar estas breves palabras sin
agradecer las colaboraciones de todos nuestros
autores, los nutrientes de la revista, y a nuestro público
lector.
Rony Vásquez Guevara
Dany Doria Rodas
10 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
MANUEL GONZÁLEZ PRADA
Manuel González Prada (Lima, 1848 - id. 1918).
Escritor y político peruano. De origen aristocrático, se
definió con una ideología cercana al anarquismo. Fue
autodidacto. Conocedor de la lírica moderna francesa,
fue precursor del Modernismo, director de la Biblioteca
Nacional de Lima, fundó el Círculo Literario y se
constituyó en guía político y literario de una juventud
querenovó las letrasperuanas.
12 PLESIOSAURIO
41
No somos criminales sino víctimas de la Naturaleza,
y la muerte no se presenta como un castigo, sino
como la retiradagloriosaenelcombatedela vida.No
tenemos por qué humillar la frente en nuestro viaje
por la Tierra ni por qué temblar al hundirnos en el
desconocidoabismo dela muerte.
80
El Catolicismo: carne fungosa involucrada en el
organismo social, hongo negro nacido en el
estercolerodelImperioRomano.
13PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
81
Mientras los hombres no salimos de la croniquilla
novelada o del cuentecillo historiado, los mujeres se
lanzan a escribir novelas o disertaciones sobre
Tolstoi o Augusto Comte. Si los hombres
continuamos llevándonos la gloria en tanto que las
mujeres se dan el trabajo, concluiremos por
confundirnos con esos maridos que, al venir el
alumbramiento de sus mujeres, se meten en cama, se
ponen a dietayrecibenlosparabienes.
14 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
ABRAHAM VALDELOMAR
Abraham Valdelomar (Ica, 1888 - Ayacucho, 1919).
Poeta y narrador peruano de estética modernista y
posmodernista, conocido también bajo el seudónimo
de Conde de Lemos. Tuvo participación política e
intensa vida periodística. Colaboró con importantes
diariosdela época,como VariedadeseIlustración peruana.
16 PLESIOSAURIO
Los primeros artistas eran imitativos. Su limitado
cerebro no comprendía el espíritu de las cosas. Ha
sido menester llegar hasta el Renacimiento donde
por primera vez las pupilas miran y ven aún entre las
líneasdurasydesproporcionadas.
17PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
IV
Sacando a los analfabetos, las gentes del Perú se
dividenen dos clases:una quesiembraalgodón yotra
que escribe majadería. A estos últimos solemos
llamar generalmenteescritores.
VI
«Respiramos muerte. Somos vivos hechos con
muertos.»
Los tres textos fueron extraídos de Abraham Valdelomar. Obras
completas. Tomo IV. Edición, prólogo, cronología, iconografía y
notas deRicardoSilva Santisteban.Lima: EdicionesCopé, 2001.
18 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
ADRIANA ALARCO
Adriana Alarco (Lima, Perú).Desde hace 5 años es
presidenta de la Fundación Ricardo Palma. Escribe en
www.adrianaz.com ywww.adrianaz.it.
20 PLESIOSAURIO
Un amorimposible
Era un amor desaforado. Tan ardiente y tan cruel que
le dolía todo el cuerpo. Vivía para mirarla de reojo.
No se atrevía a contemplarla por miedo a que
desapareciera como un espejismo. Sentía el dolor en
el bajo vientre y el cosquilleo que le subía por los
muslos. No soportó más. Ese día se dio cuenta que
no podía ser suya jamás. Borró la visión de sus
pupilas, se recostó sobre la fría piedra del convento y
bebió elveneno.
Cuando la luna, ignorando la emoción que
producía, volvió a resplandecer en el oscuro
firmamento en medio de estrellas y planetas, su
Romeo yahabía fallecido.
21PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Molinosdel infierno
Nunca había podido creer que los molinos fueran
gigantes hasta que corrió delante de ellos como alma
quelleva eldiablo.
Sí, eran ogros espantosos de madera y metal con
aspas veloces que querían devorarlo. Por todas partes
yacían cadáveres y restos putrefactos de anteriores
visitantes al planeta maldito. Vio un portal a lo lejos y
decidió gastar su última energía para llegar hasta
aquel refugio que se encontraba lejos pero era la
póstumaesperanzadesobrevivira la catástrofe.
Casi no tuvo tiempo de observar el escrito
encima de la entrada que le trajo antiguas
reminiscencias: «¡Oh, vosotros los que entráis,
abandonad toda esperanza».
Y luego seperdióenellaberinto.
22 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
ANA MARÍA SHUA
Ana María Shua (Buenos Aires, Argentina, 1951).
Su primer libro, El sol y yo, fue publicado cuando tenía
dieciseis años. En 1992 publicó un nuevo libro de
historias brevísimas: Casa de Geishas. Entre 1993 y 1995
publicó varios libros relacionados a la cultura y a las
tradiciones judías: Risas y emociones de la cocina judía,
Cuentos judíos con fantasmas y demonios y El pueblo de los
tontos. En 1993 recibió la beca Guggenheim para
trabajarensunovelaEllibro delosrecuerdos.
24 PLESIOSAURIO
Prometeodecirco
¿Arte o entrenimiento? Si el buitre escarba
hondamente con su pico en el hígado de Prometeo,
¿esarteo entretenimiento?
Es arte si es sangre verdadera el líquido que tiñe
el pico del pájaro, si es sangre verdadera la que brota a
borbotones y se derrama por el costado del cuerpo, si
es sangre verdadera la que colorea de rojo las rocas a
las que está maniatado el hombre. Pero si es una
mezcla de glicerina con ketchup, es sólo
entrenimiento, puro circo. Por supuesto, hay quien
opina precisamentelo contrario.
Entretanto, como a esta distancia no es posible
comprobarlo, habrá que limitarse a disfrutar del
espectáculo.Hayfuncionestodoslosdías.
25PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Vocación defreak
No hablamos de esas madres de la miseria, que
mutilan o deforman a sus hijos para mendigar.
Hablamos de gente como el hombre lagarto, que
eligió pagar una costosa cirugía para obtener
deformaciones que hoy se han vuelto casi vulgares,
como la lengua bífida, los dientes afilados por la lima,
o los tatuajes en todo el cuerpo simulando escamas.
Hablamos de personas adultas que se transforman
en monstruos o en fenómenos deliberadamente para
llamar la atención, como el hombre-lápiz, que se para
sobre las manos y escribe con la punta de su cabeza
aguzada y llena de tinta, la mujer-ventilador, capaz de
girar a velocidades increíbles las aspas de sus brazos,
o el mejor, el más exitoso, el más caro de todos, el
Fantasma, que ha dejado el circo para presentarse
solamente en clubes, fiestas y convenciones, un ex-
hombre sometido a tantas y tan devastadoras
cirugíasqueyasólo quedadeélsumuycotizada voz.
26 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
ANTONIO CRUZ
Antonio Cruz (Santiago del Estero, Argentina).
Médico, escritor y periodista. Ha publicado en diarios y
revistas argentinas y extranjeras. Actualmente prepara
el colectivo Cuatro ríos hacia el mar, con otros tres
autores. Ha dictado conferencias y charlas. En los
últimos años investiga sobre el microrrelato y ha
publicado en una antología, El microrrelato en Santiago del
Estero (2008), al tiempo que administra En los esteros
(blog), dedicado en exclusividad al microrrelato en el
noroesteargentino.
28 PLESIOSAURIO
Cinturón decastidad
Cuando partió a las cruzadas, Sir Arthur entregó al
abad la llavedelcinturóndecastidaddeLadyLaura.
Su sorpresa fue mayúscula cuando, a pocas horas
de dejar atrás su castillo, el abad, a galope furioso,
alcanzó la columna de Sir Arthur para reclamarle que
había dejado la llaveequivocada.
Odiseo
Me llamo Nadie y, como muchos, vivo cada día una
odisea.
Nuestro Poseidón se llama dinero y nuestros
cíclopes poder y estrés; las borrascas: soledad, hastío
y vida turbulenta. Somos millones de hombres de
ojos apagados y sencilla desdicha. Seres al borde del
abismo, en la antesala de la nada, cumpliendo con los
impúdicos ritos cotidianos. Si la suerte ayuda,
caemos prisioneros de sirenas o hechiceras más no
siempreocurre.
Tuve nombre: Ulises; ahora soy Nadie. Vivo en
eterno regreso pero en Ítaca no hay Penélope que
espere. Mi destino es sobrevivir refugiado en la
palabra.
29PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Historiadeun Cuadro
La joven admiraba casi con veneración al reconocido
pintor; por eso, cuando le propusieron que posara
para él,no dudóuninstante.
Cada día, ella se desnudaba y el artista, con
pulcros trazos, intentaba reflejar fielmente las
insinuantesformasfemeninas.
Después ocurrió lo inevitable. Una tarde, sintió
la cercanía del hombre y un escalofrío le recorrió el
cuerpo.
Al anochecer,ellaledijo queyano regresaría.
Apenas se hubo marchado, el maestro, inició una
tarea que le insumió mucho tiempo. Con esmero,
recortó la madera de álamo sobre la que pintaba
hasta dejar solamente la parte superior. Removió
pacientemente la pintura y atesoró únicamente el
rostro de enigmática sonrisa. Luego, con un perfecto
sfumato, disimuló formas y tapó aquello que quería
tapar.
El cuadro se transformó en una pieza valiosa y se
ha escrito mucho acerca de él; lo que nadie se atrevió
a contar es que él modificó la pintura original para
preservar la honorabilidad de la muchacha y
esconderloscelosqueterminaron con suvida.
30 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
ESTEBAN DUBLÍN
Esteban Dublín (Bogotá, Colombia). Sus cuentos
han sido publicados en las revistas El Malpensante,
Manifiesto Azul y en diversos espacios virtuales
dedicados a la microficción. Dos de sus relatos han sido
finalistas en concursos de microficción en Chile y
España, y otro recibió la mención especial del jurado en
España. Ha terminado100 minificciones para un mundo
imaginario. Sus cuentos se pueden encontrar en
http://estebandublin.blogspot.com.
32 PLESIOSAURIO
Elhombreimaginado
Milagros Ampudia tiene la posibilidad de forjar al
marido perfecto. Lo hace trigueño, de pelo castaño
liso y con cejas finas como un pincelazo. Diseña el
color de sus ojos pardo como una tarde y su boca,
como un trozo de carne rojo, grueso y jugoso. Crea
firmes y ligeramente musculosos sus pectorales y
hace cuadriculados sus abdominales. También
piensa, por supuesto, en el miembro de su varón y lo
diseña al tamaño justo de su satisfacción. Además,
desea que no hable, que cocine, que lave, que
planche, que cosa y que barra. Y, por si fuera poco,
que sea fiel. Una vez lo concibe a su entera
imaginación, disfruta con él como un perro faldero.
Ante semejante muestra de perfección, no le ha
quedadomásalternativa quepedirleeldivorcio.
33PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Ángel Guardián
Aunque cueste creerlo, en medio de las figuras
celestiales, existe un ángel que vela porque se respete
el uso correcto de las palabras. Sin duda su trabajo es
arduo y basta conocer las labores que realizan para
entender por qué. El ángel no sólo debe vigilar que la
gente use correctamente la palabra desde la
gramática, la fonética y la ortografía, sino que debe
estar pendiente de que se honre el valor moral de
cada vocablo. Cuando alguien viola alguna de estas
normas, el ángel marca el “pecado” del mortal en el
cielo y con la suma de fallas determina el futuro
estado de su alma. Si alguien le echara un vistazo a las
marcas del ángel, fácilmente se daría cuenta de que
los publicistas están condenados al Limbo; los
periodistas,al Purgatorioylospolíticos,al Infierno.
34 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
GUILLERMO BUSTAMANTE
Guillermo Bustamante (Cali, Colombia, 1958).
Licenciado en Literatura e Idiomas, Magister en
Lingüística y Español. Profesor de la Universidad
Pedagógica Nacional de Bogotá. Cofundador y
codirector de la revista Ekuóreo de minicuentos. Ganador
del premio Jorge Isaacs 2002, con el libro Convicciones y
otras debilidades mentales.
36 PLESIOSAURIO
La actriz
Caperucita estaba aburrida: cada vez que un lector
toma el libro y lee, termina primero baboseada y
después tragada por el lobo, saliendo finalmente a
través de una chapucera autopsia de cazador. Para
acabar con este ciclo infernal, convenció a una
amiguita de hacer sus veces y presentarse en la escena
de marras con la canastilla munida de manjares. La
abuela estaba muy viejita y no notaría la diferencia; le
prometió cierto favor como recompensa, una vez la
sencillamisión fuesecumplida.
Quiso verificar personalmente el desarrollo de
los acontecimientos. En su momento, oyó los
infantiles gritos que en el libreto marcaban, primero,
la infructuosa negativa de la niña a dejarse comer por
el lobo y, luego, su disposición en bocados
convenientes a las costumbres de mesa de estos
carnívoros.
Sólo entonces, contenta, Caperucita cogió su
propio rumbo, con la deriva que suele caracterizar a
unactordesempleado.
37PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Elusuario
Creado el teléfono celular, la dificultad del vínculo
con el semejante por fin parecía ceder: si no eras
capaz de hablarlo de frente, podías hacerlo a través
del portátil. Pero la dificultad porfiaba: qué decir por
el aparato, cómo decirlo. Entonces se agregó el
botón de mensajes para toda ocasión: ¿te atrae y te da
pena confesarlo?, ¿atraviesan por un disgusto?,
¿palabras para una fecha significativa?,¿necesitasuna
buena excusa?... Para toda ocasión, la máquina —que
aprendía el timbre singular de tu pronunciación—
formulaba las palabras adecuadas. Y eran tan
adecuadas que muchas veces el destinatario, aun sin
ser propiamente tímido, se sentía sobrepasado. Por
eso, también se inventó el servicio de respuesta: si
vacilabas para contestar, si no encontrabas la
expresión justa, el aparato hacía lo pertinente,
usando tupropia voz.
Viendo que sus teléfonos sí parecían
comunicarse fácilmente, los usuarios empezaron a
charlar cada vez menos, mientras los aparatos se
dedicaron a dialogar entre ellos. Ahora los usuarios
escuchan en secreto esas conversaciones, cada vez
más alejadas del alcance que ellos mismos tendrían si
pudierandarriendasueltaa lo deseado.
38 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
SANDRA BIANCHI
Sandra Bianchi (Buenos Aires, Argentina). Crítica
literaria, periodista, editora y gestora cultural. Trabaja
en la Universidad de Buenos Aires. Organizó, junto con
Luisa Valenzuela y Raúl Brasca, el «Primer Encuentro
Nacional de Microficción» (Buenos Aires, CCEBA,
2006), cuyas actas se hallan en La pluma y el bisturí (2008).
Actualmente estudia y difunde la narrativa brevísima de
Luisa Valenzuela. Sus microficciones están publicadas
en internet, antologías y en Huellas, su primer
microlibro de creación (2009). Escribe también en
Ficción mínima, blog que coordina con Violeta Rojo y
LauroZavala.
40 PLESIOSAURIO
Perrasurbanas
Las perras de ciudad no necesitan conectarse con el
universo en las noches de luna. Será porque casi
todasson madresylascríaslasreligan con la especie.
Por eso las perras de ciudad tienen otras
preocupaciones. Deben lamer la sangre que cada seis
meses derraman en la casa que habitan, en lo posible
sin olvidar una sola gota que horade los pisos recién
pulidos. Para ser queridas y neutralizar su hembría,
deben cumplir con ese mandato que reza que son
mucho más guardianas que los perros. Y estar alertas,
sin descanso. No tienen tiempo para dedicarse a los
divaguesespirituales.
Por eso la felicidad tiene que ver con la
oportunidad. Cuando la puerta de calle queda
entreabierta, por ejemplo. Las perras de ciudad salen
a trotar las veredas, se meten en un baldío, huelen el
bajo fondo.Quizá selían con unperrovagabundo.
Después regresan a su vida cotidiana por la
misma puerta. Sin quererlo, sin saberlo, siguen
regalando a los hombres ese vocativo o predicativo
con el que suelen aludir a las mujeres malas, a las
deseadas, a las prostitutas. O a las de cualquier
condición.
41PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Perrourbano
Un perro decide aullar a la luna. Necesita conectarse
con el universo, hacer vibrar esas úes sonoras en el
espacio intangible de la noche citadina. Vuelve a su
origen, se comunica con la manada y en el aullido es
nuevamentelobo.
El tiempo no existe. Aun vuelto a su prehistoria
sigue aullando. Ahí vemos su silueta a contraluz. Es
salvaje, cuida su territorio. Su hocico se abre a los
sentidosdelmundo.Seagazapa ydevora una presa.
Luna y ciudad no se inmutan. El animal muestra
sus colmillos para pelearse con otro por la misma
hembra. Tarascones, mordeduras, sangre. Es un lío
degruñidosypelos,puraenergíadecombate.
Siempre aullando, corteja a la loba. Trotará por la
planicie desierta antes del alba. Le agrada el viento y
el olor que percibe. Jadeante de tantos kilómetros se
echa a descansar. Perro una vez más, las úes
lentamenteseleapagan hasta la próximaluna llena.
42 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
MARIO GUEVARA
Mario Guevara Paredes (Cusco, Perú, 1956). Ha
publicado libros de cuentos: El desaparecido (1988),
Fuego del sur, tres narradores cusqueños (1990), Cazador de
gringas y otros cuentos (1995) y Matar al Negro (2003), y
desde hace diecisiete años dirige la revista cultural
Sieteculebras,queha cumplido15años devida.
44 PLESIOSAURIO
Dosmundos
Se cansaron de la espada que despedía rayos
multicolores, también del tren eléctrico que giraba
monótonamente sobre el piso alfombrado de la
habitación. Aburridos de los juguetes caros y
sofisticados, se acercaron a la ventana que proyectaba la
visión de la calle. Quedaron intrigados al ver, no lejos de
la mansión donde vivían, a un grupo de niños que
gritaban, reían y saltaban sobre un patio de tierra. En un
descuido del ama que los cuidaba, salieron a la calle.
Avanzaron lentamente tomados de la mano, moviendo
sus cuerpecitos rollizos. Al ingresar al patio, sus zapatos
charolados se llenaron de tierra. Los niños que jugaban
no se percataron de su presencia que contrastaba con la
de ellos. Quedaron impresionados de la algarabía de los
niños. Estos andaban descalzos, la ropa mugrienta y
rotosa flotaba en sus raquíticos cuerpecitos. Las caritas
sucias y famélicas se tornaban risueñas cuando el
amigo, empujando un piojo con una pajita, ganaba al del
contrincante en la carrera que llevaban a cabo. Vieron
como un niño extraía un piojo de su cuerpito y lo ponía
al juego. Queriendo hacer lo mismo, se buscaron con
loco afán un piojo en sus cuerpecitos blanquecinos y
perfumados, pero grande fue su desilusión al no
encontrar al valioso parásito que los hubiera hecho
partícipes del juego. Indignados y molestos por no
tenereseprivilegio,regresaroncabizbajos a sumansión.
45PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Sudaca
A pesar de todo, te dirán extranjero; algunos,
trotamundos; otros, emigrante. Y para la despistada
mayoría, siempreserásun indeseablesudaca. Pero tú,
trabajador responsable, que laboras como un
indocumentado, sin horario ni paga justa, que
duermes mal y comes peor, eres, para colmo, un
latinoamericano, es decir, una insoportable mierda.
Aún así, en tus intermitentes sueños cargados de
nostalgia, buscas con insistencia a la madre patria.
Pero,lamentablemente,encontrastea la putamadre.
46 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
CARLOS SALDÍVAR
Carlos Saldívar (Lima, Perú, 1982). director de la
revista Argonautas de fantasía, misterio y ciencia ficción. Ha
publicado el libro Historias de ciencia ficción (2008) y
Horizontes de fantasía (2010). Actualmente prepara su
primeranovelayuntercerlibro decuentosdeterror.
48 PLESIOSAURIO
Solución a la pobreza
Estaban el Presidente del Perú y un periodista
conversandosobreasuntosdeinterésnacional.
Este año 2011, hemos conseguido que haya tres
millones de pobres menos en el país –dijo el
Presidente.
—Lo felicito —comentó el periodista. ¿Los
colocaron enestratégicospuestosdetrabajo?
—No, los hemos colocado a todos en fosas
comunes.No había lugarenloscementerios.
49PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Eldinosaurio moderno
Cuando despertó, el dinosaurio ya se había ido.
Entonceslo llamó a sucelular.
Confesión caníbal
Era una mujer deliciosa —dijo el acusado—. Por
eso me la comí.
50 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
LAURA VIZCAÍNO MOSQUEDA
Laura Elisa Vizcaíno Mosqueda (México DF,
México, 1984). Licenciada en Literatura
Latinoamericana por la Universidad Iberoamericana,
realizó su maestría en Letras mexicanas en la UNAM, y
cursó una estancia de investigación en la Universidad
de Buenos Aires. Asistió al V Congreso Internacional
de Minificción (2008). Actualmente realiza su
investigación sobre la ficción breve en México y trabaja
como investigadora en el Consejo Nacional para la
CulturaylasArtes.
52 PLESIOSAURIO
Problemasconel estambre
La doncella Aracné abrió una escuela de Tejido y
Bordado. Entre millones de alumnas hubo sólo una
que nunca pudo graduarse. La creían holgazana e
irresponsable, incapaz de hacer la tarea completa, sus
compañeras se burlaban de ella y, como no le dirigían
la palabra, nadie le preguntó porqué deshacía el
tejidotodaslasnoches.
La vidadespuésdela muerte
Una mosca murió aplastada dentro de la libreta de un
ingenioso que le encontró forma y sentido al bicho.
Ahora, el diminuto cadáver es una hermosa estrella
decolortostadoenla obra deunautor.
53PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Asuntoslaborales
Cuando Nietzsche proclamó la muerte de Dios, San
Pedro se sintió aliviado, era la hora de conocer esas
playas con Spa. Y mientras alistaba sus maletas y se
medía el traje de baño, llegó el ángel de luz pesada a
entregarleunmensajesobreeleterno retorno.
54 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
CÉSAR VALDIVIEZO
Cesar Valdivieso (Lima, Perú, 1988). Egresado de
Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Director de la revista de creación literaria Ónice.
Ha publicado poesía en algunas páginas de internet.
Viene preparando actualmente un libro de narrativa
quelleva por nombre Bestiasextintas.
56 PLESIOSAURIO
Temores
Entonces, ella muy tímida hundió un pie en el agua y
al otro lado del mundo, en Irlanda, creyeron ver a un
monstruonadando.
Madurez
Sólo cuando vieron que era el último tirado en todo
el árido planeta, las aves dejaron de chillaron y fueron
al grano.
57PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Rupturaamorosa
Inclusodespuésdehaberlo dicho todo,élmecogió la
mano y mirándole a los ojos vi cómo iba llenándose
de lágrimas. Sus labios comenzaron a producir un
balbuceo extraño al igual que los bebes. Lo mecí
entre mis brazos y empecé a enseñarle a hablar de
nuevo.
58 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
JOSÉ LUIS CASTELLANOS
SEGURA
José Luis Castellanos Segura. Ha publicado varios
microrrelatos entre los que destacan los elegidos para 4
antologías diferentes de la Editorial Hipálage (Sevilla) y
los seleccionados para el libro Para leerlos todos de la
Universidad Iberoamericana de León (México).
Finalista del concurso Internacional de Microtextos
«Garzón Céspedes» (2008) y del Certamen de Relato
Hiperbreve organizado por la fundación del Camino de
la LenguaCastellana (2010).
60 PLESIOSAURIO
Manifiestodel Lobo Feroz
A ningún ser humano se le ocurriría pensar que el
malo delcuentono seayo, elLobo Feroz.Por eso, me
veo en la obligación moral de plasmar mi humilde
punto devista.
Lo único que hice para estigmatizarme de por
vida fue lo que haría cualquier ser vivo: seguir mi
naturaleza. Si tengo hambre, como, así de simple.
¿Hay algo malo en ello? ¿No es lo que hacéis
vosotrostodoslosdías?
Tal vez os parezca más normal el
comportamiento de una madre inconsciente que
manda sola a su hija a cruzar un bosque; o el de la
abuelita que deja siempre la puerta de su casa abierta
con la cantidad de indeseables que hay por ahí; o
quizá el de la propia Caperucita, que, en vez de ser
obediente y llegar lo antes posible a casa de su abuela,
se detiene a coger flores y a hablar con el lobo de
turno; por no hablar del extraño leñador que siempre
está merodeando por las casas aisladas con un hacha
en la mano (ese sí que podría llevar como epíteto el
mío: elleñadorferoz).
Decididamente, los hombres estáis locos; si la
literatura hubiera sido cosa de lobos, otro gallo nos
habría cantado.
61PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Elno Quijote
Tras la muerte de mi tío, recibí como herencia una
memoria extraíble con varias decenas de carpetas
repletas de archivos Word, que me llevó mucho
tiempo leer. Uno de ellos, no sé por qué, me llamó
poderosamente la atención. En él, un tal Cide
HameteBenengelinos cuentala siguientehistoria:
«En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme, nació, vivió y murió Alonso Quijano. Perdió la
cabeza por la cantidad de telebasura que consumió, pero
gracias a los cuidados y prescripciones de un buen psiquiatra,
llevó una vida parecida a la del resto de vecinos de su pueblo.
¡Quiénsabeadónde lehabrían llevado suslocuras!»
62 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
MARÍA ELENA LORENZÍN
María Elena Lorenzin. Licenciada en Letras por la
Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza, Argentina) y
doctora por la Universidad de Flinders (Australia).
Desde 1985 reside en Adelaida, Australia del Sur, y
trabaja en la Universidad de Flinders. Ha obtenido
varios premios literarios como el Premio Fernán
Caballero de relatos breves, convocado por la revista
Antípodas y el Consulado de España en Melbourne.
Microsueños, su primer libro de microrrelatos, fue
publicado enesepaís (2008).
64 PLESIOSAURIO
Dinosaurio
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí,
blogueando.
De Julio Césarasumadre
Poruntajo tantahistoria.
65PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Laberintos
Sisepierden,échenlela culpaa Borges,no a mí.
Cuestióndegénero
La viuda negra se morfaba cinco machos de un tirón,
pero quedaba siempre insatisfecha. Para superar la
neurosisfueal analista. Ahora esuna lesbiana feliz.
66 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
SARA BRAVO MONTENEGRO
Sara Bravo Montenegro (Lima, Perú, 1971). Cursó
estudios universitarios en la Pontificia Universidad
Católica del Perú donde obtuvo dos bachilleres: en
Educación y Humanidades, con especialidad en
Literatura Hispánica. La página de Urbanotopía publicó
algunos poemas suyos en el año 2008. Ha publicado en
la revista literaria virtual En sentido figurado. Coeditora
del blog El blog de la página en blanco. Su blog propio es El
rincón deEva Lunera,dedicadoa la literaturabreve.
68 PLESIOSAURIO
Lectorfurioso
Cuando el dragón se salió del libro, el lector abrió su
boca y le lanzó fuego a la cara. El dragón asombrado,
a la vezquechamuscado,regresóa la historia.
Elescapedela musa
Su personaje sería muy femenino, delicado, con
carácter y tendría el pecado de la vanidad. Inspiraría
grandes hazañas, grandes pasiones y grandes obras
de arte. Al terminar de escribir, quiso leer de
principio a fin todo lo que había escrito. Se
desesperó, pues no encontraba los pasajes donde ella
debía estar presente. Antes de la palabra «FIN»
encontró un mensaje dirigido a él: ¡Me hiciste
demasiado bella como para morir arrugada, gorda y
flácida!Mevoya otranovela!
69PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Ellobo albino
El señor Fuentes heredó el último cuadro que había
pintado su amigo, cuyo cuerpo se había encontrado
mutilado y mordido en su casa. Se trataba de un
hermoso paisaje frío. En él las ramas de los árboles
eran movidas suavemente por el viento. Había un
cielo celeste con rayos brillantes de luz que hacía
buena compañía a todo al panorama albino. Las
líneas de los bajos montes blancos eran apenas
nítidas. Entre ellas, y muy cerca al pino más alto, se
encontraban unos ojos de mirada intensa y unas
orejas se camuflaban con el color de los gruesos
tallos. Un día sintió que lo estaban observando.
Recorrió su casa para cerciorarse si había alguien
escondido. Hasta que llegó al cuadro y se detuvo
para admirar el paisaje. Unos minutos después,
cuando comenzó a caer una intensa nevada, el lobo
excavaba para escondersupresa.
70 PLESIOSAURIO
MARTÍN GARDELLA
Martín Gardella (La Plata, Argentina, 1973).
Abogado, escritor y profesor universitario. Fue editor y
fundador de la revista Pensamiento Jurídico. Recibió
menciones y premios en varios concursos nacionales e
internacionales. Varios de sus microrrelatos han sido
incluidos en antologías del género publicadas en
Internet y publicados en revistas dedicadas a la
microficción. Es el creador del blog El living sin tiempo,
subitácoradecuentosbrevesybrevísimos.
72 PLESIOSAURIO
Adoración
El mar adora a los soñadores. Por eso, engulle con
olas descomunales a aquellos que gustan pasar largo
tiempo sentados en el muelle, imaginando un futuro
casi perfecto que nunca llegará. Cree que así roba sus
sueños, para poder disfrutarlos él mismo en las
solitariasnochesfríasdelinvierno.
También le gustan los pescadores, pero a ellos los
devora por simplevenganza.
Infusiones
Todas las mañanas, discuten por cualquier cosa. Si
ella prepara té, él quiere café. Si sirve café, él lo
encuentra demasiado dulce, frío o muy pequeño, o se
leantoja con leche,o prefierequelecebeunmate.
Pero, a partir de hoy, ella no quiere discutir más.
Satisfará obedientemente todos los gustos de su
esposo en el desayuno. Total, cualquiera de las
infusionesservirápara esconderelsabor delveneno.
73PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Le Cirque Rouge
La caravana del circo arribó al pueblo aburrido,
anunciando un espectáculo diferente. Entre el show
de malabaristas y las bromas del viejo payaso, se
presentaba, en el círculo de arena, un auténtico
vampiro. Su acto consistía en fascinar a un enano,
para luego beber la sangre de su cuello, frente a la
mirada magnetizada de los pueblerinos. La rutina era
escalofriante, pero muy original. El éxito del show
fue tan contundente, que el circo debió extender su
estadía en aquel sitio por toda la temporada. Pero,
por desgracia, el stock de enanos se acabó
rápidamente, y en las funciones siguientes, el pálido
artista debió someter a su rutina a cada uno de sus
compañeros del circo, incluido el dueño y los
miembros de la orquesta. Ya sin música ni
presentador, el exitoso vampiro anuncia el
espectáculo de esta noche con una novedad. Por
primera vez, solicitará la colaboración gentil y
desinteresadadealguiendelpúblico.
74 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
LEONARDO CÁRDENAS
Leonardo Cárdenas Luque (Lima, Perú). Cursa
estudios de Literatura de la Universidad Nacional de
Mayor de San Marcos. Ha dirigido un blog de creación
literaria y se encuentra trabajando en varios textos
inéditos.
76 PLESIOSAURIO
Juan
«Muchos años después,frenteal…».
Dejóa unlado elpapiro ymiróal cielo:
«En el principio era el verbo, y el verbo era con
Dios,yelverboeraDios».
Volvió a leerloysonrió.
Metamorfosis
Cuando me desperté una mañana después de un
sueño apacible, me encontré sobre mi cama
convertidoenunhorriblehumano.
77PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Batalla
SU ENEMIGO: seis patas sobre la piedra que se
mueven mejor en la noche. Él, armado con la escoba,
agitaba las hojas cercanas. El enemigo asomó sus
antenas, y el niño podría jurar que se las quitó cuando
las cerdas sucias aterrizaron sobre el suelo. El insecto
alzó vuelo desde una maceta, hacia las escaleras. Un
poco más y llegaría a la puerta vecina, por donde se
filtraría fácilmente, de ahí seguiría el camino a la
cocina,donde encontraríaalgo quelo aliviaría.
El niño, impulsado por la extensión de un
combate que duraba demasiado, atacó sin piedad el
escalón superior. El insecto se movía como
condenado a muerte,yunsegundodespués…
—Acáestá,madre.
—Ponla enla olla.
Esedía elmenúsupoa victoria.
78 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
ALEJANDRO BENTIVOGLIO
Alejandro Bentivoglio (Avellaneda, 1979). Cursó el
Profesorado de Castellano, Literatura y Latín. En 2006
publicó Revólver y otras historias del lado suave y, en 2008,
Dakota/Memorias de una Muñeca Inflable. Ha
participado de la I Jornada de Literatura Inglesa del
I.S.P.J.V.G., el V Congreso Internacional de Minificción
en Neuquén, las III Jornadas de Microficción de
Rosario y las I Jornadas de Microficción de la Feria
Internacional del Libro 2009. Sus microficciones han
sido incluidas en antologías de Argentina, Estados
UnidosyEspaña.
80 PLESIOSAURIO
Vida decasados
En el tren encontré a una señorita de cabello rubio
que me dijo que yo era el hombre de su vida. Al
principio le creí pero luego vi que el guarda se
acercaba y noté que ella no llevaba boleto. Como
cualquier otro caballero hubiera hecho, se lo pagué
sin demora alguna. En el resto del viaje no nos
hablamos.
Al bajar enla últimaestación,exigíeldivorcio.
Spleen canibal
Bruno abrió los ojos y vio un pequeño japonés que lo
estabacortando enpedazos.
—¿Quésesuponequehace?
El japonés sonrió y le cortó una pequeña porción
decuerpo quedevoró ensegundos.
Quizás no entiende el idioma, pensó Bruno.
Luego se echó hacia atrás. Se sentía cansado, le dolía
la cabeza.
Pensó en decirle al japonés que hiciera menos
ruidoal masticar.
81PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Somosyo
Sherlock Holmes golpeó la puerta. Un hombre
pequeño y mal vestido lo hizo pasar a él y a sus dos
acompañantes, Watson y Lestrade. Cuando los tres
estuvieron en un viejo salón en desuso, fue Holmes
elprimeroenhablar.
—Usted me invitó —dijo—. Seguramente para
exponernos sumacabro plan.
—Así es —dijo el hombre sin inmutarse—.
Están aquí para contemplar cómo cometo un crimen
tan perfectoqueni ustedpodrá resolverlo.
Todos permanecieron en silencio, estudiándose
unos a otros. La batalla mental entre aquellos
hombres prometía extenderse durante horas. Pero
Lestrade, impaciente, sacó su revólver y disparó
sobreHolmesysobreelhombre.
—Alguien tenía que silenciar a esos pedantes
—aprobó Watson.
El doctor no lo sabía, pero debajo de las
facciones de Lestrade se escondía Holmes,
maquillado hábilmente.
Lestrade no lo sabía, pero debajo de la de
Watson,también.
82 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
ROMÁN DE LA CRUZ
Román de la Cruz (Callao, Perú). Estudiante de
Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Escribe poemas, cuentos y novelas no
publicadas.
84 PLESIOSAURIO
Regreso
—Cuando todo esto acabe podré ver a mi familia,
besar a mi esposa y abrazar a mi hija, sentarme juntos
a ellas a la mesa y contarles esta historia mientras
desayunamos. Ya puedo ver sus rostros, gestos de
admiración y espanto, sonrisas y silencios, mientras
les relatos mis batallas, mis triunfos y mis derrotas.
Puedo oír la voz de mi esposa reprochándome: «No
debiste entrar a la guerra ¿Responder el dolor con
más dolor era necesario? No tenías que veng…» Y a
mihija interrumpiendo:«¿Quéesuna guerra?»
—Otra vez las fiebres. Creo que ya es su hora,
estádelirando.
—¿Quéeslo quedice?
—Queiráa vera sufamilia.
—Entonces te equivocas, aún no ha perdido la
cordura.
—Entonces no podré decir nada, ni yo sé las
respuestas a esas preguntas, solo me quedará dejar a
un lado la pieza de pan, tomar un sorbo de café y, listo
para no llorar, pedirles que vuelvan a abrazarme,
decirlesqueahora solo quieroolvidar…
—¿Porquélo dices?
—Porque su familia murió en el primer
bombardeo.
85PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Edén
En días como estos, cuando el sol arrecia y mi sangre
hierve, te hago el amor sin pena ni miramiento. Es la
hora de nuestro edén, en la que nos reímos de las
brujas y de los hombres, de sus leyes y
encantamientos. Y aunque, desde otro lado de la
cerca, la gente que pasa, ya sea por odio o temor, asco
o envidia, nos grite: «¡Puercos!» Nosotros sabemos
que no hay nada mejor que entrelazar nuestras
pezuñasyestrechar nuestroshocicos.
86 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
SATURNINO RODRÍGUEZ
RIVERÓN
Saturnino Rodríguez Riverón (Placetas, Cuba,
1958). Narrador y poeta. En 1999 obtiene el Premio
Calendario Narrativa con el cuaderno Manuscritos en
papel de cigarro (2001), Cuentos de papel (2007). Ha sido
incluido en diferentes antologías, como Cuentos cubanos
contemporáneos. Palabra de sombra difícil (2001); Certamen
Jara Carrillo, Premios 2003-2005 (2005), Premios 2006-
2007 (2007), Karma sensual. Antología de relatos eróticos
(2005), Con buenas palabras (2006), Bendito sea tu cuerpo
(2008), entre otros. Trabaja como periodista en la
emisoraRadio Reloj,deLa Habana.
88 PLESIOSAURIO
Tiempo presente
El sueño del Emperador Amarillo era nítido y
consistente: sería el primer emperador, el único.
Nadie antes que él, nadie más sabio. Necesitaba
controlar el pasado, abolirlo, y la mejor manera de
hacerlo era suprimir todo lo escrito. Ordenó a su
ejército recorrer las ciudades de estrechas callejuelas,
asolar las pagodas, confiscar todos los libros y
cremarlos. El resplandor de la inmensa pira se vería
más allá de la muralla. Después de la majestuosa
incineración quedaría extinguido el pasado: la
historiacomenzaríacon él.
Dos extenuados campesinos de una aldea
cercana fueron conducidos a la fuerza para que
dieran fe del hecho. Se les pagarían veinte monedas y
una inobjetable amenaza de muerte para firmar el
testimonio. Entonces, ante la mirada atónita de los
aldeanos y junto a los libros que pretendía quemar, el
emperador Chi Huang-Ti comenzó a arder de los
pies hacia arriba. Cuando las llamas le consumían a
nivel de las rodillas, se dio cuenta de que era un
gobernador de papel dentro de uno de los libros que
él mismo había ordenado quemar. En ese siempre
presente, ardería junto al pasado por los siglos de los
siglos.
89PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
La mordida de David
La hormiga escritora muerde la mano del escritor,
que entre otras cosas, ha escrito textos semejantes a
esa misma mordida. ¿Por qué?, pregunta el escritor.
Porque tú no eres una hormiga para escribir como mi
mordida, grita la hormiga. Y tú no eres tan escritora
para morder como escribo yo, alega David. Y antes
de aplastarla con el pulgar, recomienda al autor
limpiar el texto: Hay demasiadas hormigas y
escritores.
90 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
RUBÉN ROQUE ARONI
Rubén Roque Aroni (Lima, Perú, 1991). Estudiante
de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Ha participado en talleres de microrrelato
dictados por Ricardo Sumalavia y en recitales de poesía
y minificción. Forma parte del comité editorial de
Plesiousario. Primera revista de ficción breve peruana desde
2009. Fue seleccionado en los recitales «Ese puerto
existe» en la UNMSM. Participará en el VI Congreso
Internacional deMinificciónenBogotá.
92 PLESIOSAURIO
Hombreenamorado
Al salir de la bañera las palabras de su madre aún le
revoloteaban en la cabeza. Lo había empezado a
notar hace algún tiempo: esa amistad era cosa
peligrosa. Mientras escogía la ropa que se pondría
para salir con Elisa pensaba en la forma de alejarse de
ella. Pero él no sospechaba que ya era demasiado
tarde. Cada pantalón que se probaba le resultaba
incomodo pronto los pies dejaron de soportarle el
peso. Primero fue Rodrigo, luego Joaquín y ahora le
pasaba a él. El timbre sonó y él no dejaba de mover la
cola, mientras a su cabeza retornaban las palabras de
sumadre:«Hasdejado mucho pelo enla bañera».
93PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Jaula
Una nueva visitante llegó para hacerle compañía.
Abrieron las rejas y ella entró casi a la fuerza. Él
asustado y temeroso de sus captores, permaneció en
silencio. La nueva compañera de celda era hermosa,
hace mucho que no tenía compañía. Él aprovecho la
noche, mientras ella dormía, para acercarse. Ella
fingiendo el sueño, lo recibió bien, dejándolo posar
encima de ella. Cuando él se alistaba para arremeter,
ella aprovechó el descuido y le asestó un zarpazo en
el corazón. Él cayó estrepitosamente. Para cuando
los guardias llegaron ya estaba muerto. Abrieron la
celda para tratar de socorrerlo, ella reconoció el
momento justo para escapar. Vuela muy alto y se
pierde en el horizonte en busca de su amor. Yo aún
esperoquevuelva a mí.
94 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
DANY DORIA RODAS
Dany Doria Rodas (Lima, Perú, 1987). Estudiante
de Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Fue organizador del evento Narradores en
San Marcos. Un espacio para la prosa (2007) y director
de la revista de literatura Bosque de latidos (2007-2008).
Es editor de Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve
peruana desde2008.
«
»
96 PLESIOSAURIO
Encuentro*
En 1960, un hombrecito de Lancaster llegó ante mi
presencia.
No había abierto aún el libro grande, viejo y
empolvado, ni le había preguntado nada, cuando se
adelantó a decirme:
—Yo sécómo hacercosascon palabras.
Esta intervención me estremeció: «¿Qué? ¿Otro
más?, me sobresalté. Inmediatamente me apresuré a
buscar su nombre en dicho libro y su expediente en uno
delosarchivadoresdelapolillado armario.
Encontré su nombre: sólo se llamaba John,
entoncespudesentirmetranquilo.
Busque otro libro, uno voluminoso y amarillento, y
ledije:
—Yo tambiénsécrearcosascon palabras.
Y le cité unas cuantas líneas que otros hombres
habían escrito sobre mí hacía poco antes de su
inoportuna llegada «Dijo Dios: “Haya Luz”; y hubo
luz» (Gén. 1, 3), «[…] y dijo: “Voy a exterminar al
hombre que creé […]”» (Gén. 6, 7), «[…] y se dijo en su
corazón: “[…] Mientras dure la tierra habrá sementera y
cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche”»
(Gén.8,21-22).
Y asífue.
* Publicado anteriormente en Bosque de latidos. Año II, Nº 3. Lima,
agostode2008,p.22.
97PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Familia
Cierto hombre, una vez, construyó una casa bastante
amplia para él y sus hijos, a quienes les encomendó su
cuidado y la continuación de su empresa, pues tenía
quesaliral extranjeropor untiempoindeterminable.
Sin embargo, durante el transcurso surgió una
disputa entre ellos y algunos se construyeron otra
viviendapara continuarcon la mismaempresa.
El padre regresó rico a su casa y se llevó consigo a
los que encontró allí. Se desconoce el paradero de los
demáshijos.
98 PLESIOSAURIO
El bolo alimenticio
Plesiosaurio.
Primera revista de ficción breve peruana Nº 3, Vol. 2
se terminó de imprimir
en los talleres gráficos de abismoeditores
el12 de octubre de 2010,
día de la raza.
Jr. Pablo Risso 351 - C, Lima 30.
Tiraje: 150 ejemplares
Plesiosaurio n.° 3, vol. 2
Plesiosaurio n.° 3, vol. 2
Plesiosaurio n.° 3, vol. 2

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  • 1.
  • 2.
  • 3.
  • 4.
  • 5. PLESIOSAURIO Primera revista de ficción breve peruana EL BOLO ALIMENTICIO
  • 6.
  • 7. PLESIOSAURIO Primera revista de ficción breve peruana EL BOLO ALIMENTICIO Lima, Perú
  • 8. PLESIOSAURIO Primerarevistadeficciónbreveperuana Año III, Nº 3, Vol. 2. Lima, octubre de 2010. Dirección: Rony Vásquez Guevara, Dany Doria Rodas Comité editor: Rubén Roque Aroni, Carolina Rodríguez Alzza, Diana Cribilleros Ramos, Jimena Talavera Prialé Diseño de carátula: Carlos Lavida Ilustraciones: Diana Cribilleros RamoS Diseño y diagramación de interiores: abism ditores Corrección de textos: Dany Doria Rodas Cuidado de la edición: Zoilo Rodríguez Ventura œ © Plesiosaurio Web: http://revistaplesiosaurio.blogspot.com E-mail: plesiosaurio.peru@gmail.com © abismœditores, 2010 Jr. Pablo Risso 351, Lima 30 Web: http://abismoeditores.blogspot.com E-mail: abismoeditores@gmail.com ISSN 2071-4114 (impresa) ISSN 2218-4112 (en línea) Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2008-13407 Incluye Vol. 1. Impreso en Perú - Piru llaqtapi qillqasqa - Printed in Perú El contenido de cada texto es de responsabilidad exclusiva de cada autor o autores y no compromete a la revista.
  • 9. En este número... Nota editorial Plesiosaurio,compromisocon la minificción 9 Los nutrientes líquidos ManuelGonzález Prada 11 Abraham Valdelomar 15 Adriana AlarcodeZadra (Perú) 19 Ana MaríaShua (Argentina) 23 Antonio Cruz(Argentina) 27 EstebanDublín (Colombia) 31 Guillermo BustamanteZamudio(Colombia) 35 Sandra Bianchi (Arbentina) 39 MarioGuevara (Perú) 43
  • 10. Carlos Saldívar 47 LauraVizcaíno Mosqueda(México) 51 CésarValdiviezo(Perú) 55 JoséLuisCastellanosSegura(España) 59 MaríaElena Lorenzín(Argentina) 63 Sara Bravo Montenegro(Perú) 67 MartínGardella(Argentina) 71 Leonardo Cárdenas(Perú) 75 AlejandroBentivoglio (Argentina) 79 Román dela Cruz(Perú) 83 Saturnino Rodríguez(Cuba) 87 RubénRoqueAroni (Perú) 91 Dany Doria Rodas (Perú) 95 8 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 11. Plesiosaurio, compromiso con la minificción La tercera entrega de Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana ya no es solamente una «apuesta por la brevedad», un proyecto emergente en el cual nos embarcamos para suplir una carencia en el panorama literario peruano, sino un compromiso firme y sincero, consolidado, que demuestra nuestra íntima filiación con la ficción breve. La falta de atención a la minificción que se refleja como un virus hepático en la literaturaperuana, más queun síntoma de malestar, se constituye en nosotros como un aliciente que impulsa a servirnos de cada texto brevísimo como una diminuta píldora que purifica todo nuestroorganismo literario. En el Perú, somos la semilla de la producción y difusión de minificciones en un soporte material y virtual dedicado con exclusividad a dicho género. En la presente entrega extendemos las diminutas aletas del plesiosaurio para acoger a investigadores y miniaturistas —como diría Edmundo Valadés— de diversos países. La minificción se constituye como el género en el cual se produce la mayor complicidad
  • 12. entre el texto y su lector; en consecuencia, Plesiosaurio debería mostrar esta relación de complicidad a lo largo de sus páginas. Por esta razón, y porque creemos que un formato contribuye al establecimiento de esta relación, en esta entrega, Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana facilita el contacto de la revista con sus lectores, pues ha sido dividida en dos volúmenes que se ofrecerán de manera conjunta, división material, pero unidad de contenido: el primero, dedicado a los artículos o ensayos sobre la minificción, así como entrevistas y reseñas, las secciones «La muela del plesiosaurio» y «La garra del plesiosaurio»; y el segundo, «El bolo alimenticio», dedicado en exclusiva a la creación miniaturista, de manera independiente, para deleite y goce de todos ustedes. En esta oportunidad hemos recuperado dos autores de nuestra tradición y difundimos algunos de sus microrrelatos: Abraham ValdelomaryManuelGonzález Prada. No podemos terminar estas breves palabras sin agradecer las colaboraciones de todos nuestros autores, los nutrientes de la revista, y a nuestro público lector. Rony Vásquez Guevara Dany Doria Rodas 10 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 14. Manuel González Prada (Lima, 1848 - id. 1918). Escritor y político peruano. De origen aristocrático, se definió con una ideología cercana al anarquismo. Fue autodidacto. Conocedor de la lírica moderna francesa, fue precursor del Modernismo, director de la Biblioteca Nacional de Lima, fundó el Círculo Literario y se constituyó en guía político y literario de una juventud querenovó las letrasperuanas. 12 PLESIOSAURIO
  • 15. 41 No somos criminales sino víctimas de la Naturaleza, y la muerte no se presenta como un castigo, sino como la retiradagloriosaenelcombatedela vida.No tenemos por qué humillar la frente en nuestro viaje por la Tierra ni por qué temblar al hundirnos en el desconocidoabismo dela muerte. 80 El Catolicismo: carne fungosa involucrada en el organismo social, hongo negro nacido en el estercolerodelImperioRomano. 13PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 16. 81 Mientras los hombres no salimos de la croniquilla novelada o del cuentecillo historiado, los mujeres se lanzan a escribir novelas o disertaciones sobre Tolstoi o Augusto Comte. Si los hombres continuamos llevándonos la gloria en tanto que las mujeres se dan el trabajo, concluiremos por confundirnos con esos maridos que, al venir el alumbramiento de sus mujeres, se meten en cama, se ponen a dietayrecibenlosparabienes. 14 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 18. Abraham Valdelomar (Ica, 1888 - Ayacucho, 1919). Poeta y narrador peruano de estética modernista y posmodernista, conocido también bajo el seudónimo de Conde de Lemos. Tuvo participación política e intensa vida periodística. Colaboró con importantes diariosdela época,como VariedadeseIlustración peruana. 16 PLESIOSAURIO
  • 19. Los primeros artistas eran imitativos. Su limitado cerebro no comprendía el espíritu de las cosas. Ha sido menester llegar hasta el Renacimiento donde por primera vez las pupilas miran y ven aún entre las líneasdurasydesproporcionadas. 17PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 20. IV Sacando a los analfabetos, las gentes del Perú se dividenen dos clases:una quesiembraalgodón yotra que escribe majadería. A estos últimos solemos llamar generalmenteescritores. VI «Respiramos muerte. Somos vivos hechos con muertos.» Los tres textos fueron extraídos de Abraham Valdelomar. Obras completas. Tomo IV. Edición, prólogo, cronología, iconografía y notas deRicardoSilva Santisteban.Lima: EdicionesCopé, 2001. 18 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 22. Adriana Alarco (Lima, Perú).Desde hace 5 años es presidenta de la Fundación Ricardo Palma. Escribe en www.adrianaz.com ywww.adrianaz.it. 20 PLESIOSAURIO
  • 23. Un amorimposible Era un amor desaforado. Tan ardiente y tan cruel que le dolía todo el cuerpo. Vivía para mirarla de reojo. No se atrevía a contemplarla por miedo a que desapareciera como un espejismo. Sentía el dolor en el bajo vientre y el cosquilleo que le subía por los muslos. No soportó más. Ese día se dio cuenta que no podía ser suya jamás. Borró la visión de sus pupilas, se recostó sobre la fría piedra del convento y bebió elveneno. Cuando la luna, ignorando la emoción que producía, volvió a resplandecer en el oscuro firmamento en medio de estrellas y planetas, su Romeo yahabía fallecido. 21PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 24. Molinosdel infierno Nunca había podido creer que los molinos fueran gigantes hasta que corrió delante de ellos como alma quelleva eldiablo. Sí, eran ogros espantosos de madera y metal con aspas veloces que querían devorarlo. Por todas partes yacían cadáveres y restos putrefactos de anteriores visitantes al planeta maldito. Vio un portal a lo lejos y decidió gastar su última energía para llegar hasta aquel refugio que se encontraba lejos pero era la póstumaesperanzadesobrevivira la catástrofe. Casi no tuvo tiempo de observar el escrito encima de la entrada que le trajo antiguas reminiscencias: «¡Oh, vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza». Y luego seperdióenellaberinto. 22 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 26. Ana María Shua (Buenos Aires, Argentina, 1951). Su primer libro, El sol y yo, fue publicado cuando tenía dieciseis años. En 1992 publicó un nuevo libro de historias brevísimas: Casa de Geishas. Entre 1993 y 1995 publicó varios libros relacionados a la cultura y a las tradiciones judías: Risas y emociones de la cocina judía, Cuentos judíos con fantasmas y demonios y El pueblo de los tontos. En 1993 recibió la beca Guggenheim para trabajarensunovelaEllibro delosrecuerdos. 24 PLESIOSAURIO
  • 27. Prometeodecirco ¿Arte o entrenimiento? Si el buitre escarba hondamente con su pico en el hígado de Prometeo, ¿esarteo entretenimiento? Es arte si es sangre verdadera el líquido que tiñe el pico del pájaro, si es sangre verdadera la que brota a borbotones y se derrama por el costado del cuerpo, si es sangre verdadera la que colorea de rojo las rocas a las que está maniatado el hombre. Pero si es una mezcla de glicerina con ketchup, es sólo entrenimiento, puro circo. Por supuesto, hay quien opina precisamentelo contrario. Entretanto, como a esta distancia no es posible comprobarlo, habrá que limitarse a disfrutar del espectáculo.Hayfuncionestodoslosdías. 25PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 28. Vocación defreak No hablamos de esas madres de la miseria, que mutilan o deforman a sus hijos para mendigar. Hablamos de gente como el hombre lagarto, que eligió pagar una costosa cirugía para obtener deformaciones que hoy se han vuelto casi vulgares, como la lengua bífida, los dientes afilados por la lima, o los tatuajes en todo el cuerpo simulando escamas. Hablamos de personas adultas que se transforman en monstruos o en fenómenos deliberadamente para llamar la atención, como el hombre-lápiz, que se para sobre las manos y escribe con la punta de su cabeza aguzada y llena de tinta, la mujer-ventilador, capaz de girar a velocidades increíbles las aspas de sus brazos, o el mejor, el más exitoso, el más caro de todos, el Fantasma, que ha dejado el circo para presentarse solamente en clubes, fiestas y convenciones, un ex- hombre sometido a tantas y tan devastadoras cirugíasqueyasólo quedadeélsumuycotizada voz. 26 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 30. Antonio Cruz (Santiago del Estero, Argentina). Médico, escritor y periodista. Ha publicado en diarios y revistas argentinas y extranjeras. Actualmente prepara el colectivo Cuatro ríos hacia el mar, con otros tres autores. Ha dictado conferencias y charlas. En los últimos años investiga sobre el microrrelato y ha publicado en una antología, El microrrelato en Santiago del Estero (2008), al tiempo que administra En los esteros (blog), dedicado en exclusividad al microrrelato en el noroesteargentino. 28 PLESIOSAURIO
  • 31. Cinturón decastidad Cuando partió a las cruzadas, Sir Arthur entregó al abad la llavedelcinturóndecastidaddeLadyLaura. Su sorpresa fue mayúscula cuando, a pocas horas de dejar atrás su castillo, el abad, a galope furioso, alcanzó la columna de Sir Arthur para reclamarle que había dejado la llaveequivocada. Odiseo Me llamo Nadie y, como muchos, vivo cada día una odisea. Nuestro Poseidón se llama dinero y nuestros cíclopes poder y estrés; las borrascas: soledad, hastío y vida turbulenta. Somos millones de hombres de ojos apagados y sencilla desdicha. Seres al borde del abismo, en la antesala de la nada, cumpliendo con los impúdicos ritos cotidianos. Si la suerte ayuda, caemos prisioneros de sirenas o hechiceras más no siempreocurre. Tuve nombre: Ulises; ahora soy Nadie. Vivo en eterno regreso pero en Ítaca no hay Penélope que espere. Mi destino es sobrevivir refugiado en la palabra. 29PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 32. Historiadeun Cuadro La joven admiraba casi con veneración al reconocido pintor; por eso, cuando le propusieron que posara para él,no dudóuninstante. Cada día, ella se desnudaba y el artista, con pulcros trazos, intentaba reflejar fielmente las insinuantesformasfemeninas. Después ocurrió lo inevitable. Una tarde, sintió la cercanía del hombre y un escalofrío le recorrió el cuerpo. Al anochecer,ellaledijo queyano regresaría. Apenas se hubo marchado, el maestro, inició una tarea que le insumió mucho tiempo. Con esmero, recortó la madera de álamo sobre la que pintaba hasta dejar solamente la parte superior. Removió pacientemente la pintura y atesoró únicamente el rostro de enigmática sonrisa. Luego, con un perfecto sfumato, disimuló formas y tapó aquello que quería tapar. El cuadro se transformó en una pieza valiosa y se ha escrito mucho acerca de él; lo que nadie se atrevió a contar es que él modificó la pintura original para preservar la honorabilidad de la muchacha y esconderloscelosqueterminaron con suvida. 30 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 34. Esteban Dublín (Bogotá, Colombia). Sus cuentos han sido publicados en las revistas El Malpensante, Manifiesto Azul y en diversos espacios virtuales dedicados a la microficción. Dos de sus relatos han sido finalistas en concursos de microficción en Chile y España, y otro recibió la mención especial del jurado en España. Ha terminado100 minificciones para un mundo imaginario. Sus cuentos se pueden encontrar en http://estebandublin.blogspot.com. 32 PLESIOSAURIO
  • 35. Elhombreimaginado Milagros Ampudia tiene la posibilidad de forjar al marido perfecto. Lo hace trigueño, de pelo castaño liso y con cejas finas como un pincelazo. Diseña el color de sus ojos pardo como una tarde y su boca, como un trozo de carne rojo, grueso y jugoso. Crea firmes y ligeramente musculosos sus pectorales y hace cuadriculados sus abdominales. También piensa, por supuesto, en el miembro de su varón y lo diseña al tamaño justo de su satisfacción. Además, desea que no hable, que cocine, que lave, que planche, que cosa y que barra. Y, por si fuera poco, que sea fiel. Una vez lo concibe a su entera imaginación, disfruta con él como un perro faldero. Ante semejante muestra de perfección, no le ha quedadomásalternativa quepedirleeldivorcio. 33PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 36. Ángel Guardián Aunque cueste creerlo, en medio de las figuras celestiales, existe un ángel que vela porque se respete el uso correcto de las palabras. Sin duda su trabajo es arduo y basta conocer las labores que realizan para entender por qué. El ángel no sólo debe vigilar que la gente use correctamente la palabra desde la gramática, la fonética y la ortografía, sino que debe estar pendiente de que se honre el valor moral de cada vocablo. Cuando alguien viola alguna de estas normas, el ángel marca el “pecado” del mortal en el cielo y con la suma de fallas determina el futuro estado de su alma. Si alguien le echara un vistazo a las marcas del ángel, fácilmente se daría cuenta de que los publicistas están condenados al Limbo; los periodistas,al Purgatorioylospolíticos,al Infierno. 34 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 38. Guillermo Bustamante (Cali, Colombia, 1958). Licenciado en Literatura e Idiomas, Magister en Lingüística y Español. Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá. Cofundador y codirector de la revista Ekuóreo de minicuentos. Ganador del premio Jorge Isaacs 2002, con el libro Convicciones y otras debilidades mentales. 36 PLESIOSAURIO
  • 39. La actriz Caperucita estaba aburrida: cada vez que un lector toma el libro y lee, termina primero baboseada y después tragada por el lobo, saliendo finalmente a través de una chapucera autopsia de cazador. Para acabar con este ciclo infernal, convenció a una amiguita de hacer sus veces y presentarse en la escena de marras con la canastilla munida de manjares. La abuela estaba muy viejita y no notaría la diferencia; le prometió cierto favor como recompensa, una vez la sencillamisión fuesecumplida. Quiso verificar personalmente el desarrollo de los acontecimientos. En su momento, oyó los infantiles gritos que en el libreto marcaban, primero, la infructuosa negativa de la niña a dejarse comer por el lobo y, luego, su disposición en bocados convenientes a las costumbres de mesa de estos carnívoros. Sólo entonces, contenta, Caperucita cogió su propio rumbo, con la deriva que suele caracterizar a unactordesempleado. 37PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 40. Elusuario Creado el teléfono celular, la dificultad del vínculo con el semejante por fin parecía ceder: si no eras capaz de hablarlo de frente, podías hacerlo a través del portátil. Pero la dificultad porfiaba: qué decir por el aparato, cómo decirlo. Entonces se agregó el botón de mensajes para toda ocasión: ¿te atrae y te da pena confesarlo?, ¿atraviesan por un disgusto?, ¿palabras para una fecha significativa?,¿necesitasuna buena excusa?... Para toda ocasión, la máquina —que aprendía el timbre singular de tu pronunciación— formulaba las palabras adecuadas. Y eran tan adecuadas que muchas veces el destinatario, aun sin ser propiamente tímido, se sentía sobrepasado. Por eso, también se inventó el servicio de respuesta: si vacilabas para contestar, si no encontrabas la expresión justa, el aparato hacía lo pertinente, usando tupropia voz. Viendo que sus teléfonos sí parecían comunicarse fácilmente, los usuarios empezaron a charlar cada vez menos, mientras los aparatos se dedicaron a dialogar entre ellos. Ahora los usuarios escuchan en secreto esas conversaciones, cada vez más alejadas del alcance que ellos mismos tendrían si pudierandarriendasueltaa lo deseado. 38 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 42. Sandra Bianchi (Buenos Aires, Argentina). Crítica literaria, periodista, editora y gestora cultural. Trabaja en la Universidad de Buenos Aires. Organizó, junto con Luisa Valenzuela y Raúl Brasca, el «Primer Encuentro Nacional de Microficción» (Buenos Aires, CCEBA, 2006), cuyas actas se hallan en La pluma y el bisturí (2008). Actualmente estudia y difunde la narrativa brevísima de Luisa Valenzuela. Sus microficciones están publicadas en internet, antologías y en Huellas, su primer microlibro de creación (2009). Escribe también en Ficción mínima, blog que coordina con Violeta Rojo y LauroZavala. 40 PLESIOSAURIO
  • 43. Perrasurbanas Las perras de ciudad no necesitan conectarse con el universo en las noches de luna. Será porque casi todasson madresylascríaslasreligan con la especie. Por eso las perras de ciudad tienen otras preocupaciones. Deben lamer la sangre que cada seis meses derraman en la casa que habitan, en lo posible sin olvidar una sola gota que horade los pisos recién pulidos. Para ser queridas y neutralizar su hembría, deben cumplir con ese mandato que reza que son mucho más guardianas que los perros. Y estar alertas, sin descanso. No tienen tiempo para dedicarse a los divaguesespirituales. Por eso la felicidad tiene que ver con la oportunidad. Cuando la puerta de calle queda entreabierta, por ejemplo. Las perras de ciudad salen a trotar las veredas, se meten en un baldío, huelen el bajo fondo.Quizá selían con unperrovagabundo. Después regresan a su vida cotidiana por la misma puerta. Sin quererlo, sin saberlo, siguen regalando a los hombres ese vocativo o predicativo con el que suelen aludir a las mujeres malas, a las deseadas, a las prostitutas. O a las de cualquier condición. 41PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 44. Perrourbano Un perro decide aullar a la luna. Necesita conectarse con el universo, hacer vibrar esas úes sonoras en el espacio intangible de la noche citadina. Vuelve a su origen, se comunica con la manada y en el aullido es nuevamentelobo. El tiempo no existe. Aun vuelto a su prehistoria sigue aullando. Ahí vemos su silueta a contraluz. Es salvaje, cuida su territorio. Su hocico se abre a los sentidosdelmundo.Seagazapa ydevora una presa. Luna y ciudad no se inmutan. El animal muestra sus colmillos para pelearse con otro por la misma hembra. Tarascones, mordeduras, sangre. Es un lío degruñidosypelos,puraenergíadecombate. Siempre aullando, corteja a la loba. Trotará por la planicie desierta antes del alba. Le agrada el viento y el olor que percibe. Jadeante de tantos kilómetros se echa a descansar. Perro una vez más, las úes lentamenteseleapagan hasta la próximaluna llena. 42 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 46. Mario Guevara Paredes (Cusco, Perú, 1956). Ha publicado libros de cuentos: El desaparecido (1988), Fuego del sur, tres narradores cusqueños (1990), Cazador de gringas y otros cuentos (1995) y Matar al Negro (2003), y desde hace diecisiete años dirige la revista cultural Sieteculebras,queha cumplido15años devida. 44 PLESIOSAURIO
  • 47. Dosmundos Se cansaron de la espada que despedía rayos multicolores, también del tren eléctrico que giraba monótonamente sobre el piso alfombrado de la habitación. Aburridos de los juguetes caros y sofisticados, se acercaron a la ventana que proyectaba la visión de la calle. Quedaron intrigados al ver, no lejos de la mansión donde vivían, a un grupo de niños que gritaban, reían y saltaban sobre un patio de tierra. En un descuido del ama que los cuidaba, salieron a la calle. Avanzaron lentamente tomados de la mano, moviendo sus cuerpecitos rollizos. Al ingresar al patio, sus zapatos charolados se llenaron de tierra. Los niños que jugaban no se percataron de su presencia que contrastaba con la de ellos. Quedaron impresionados de la algarabía de los niños. Estos andaban descalzos, la ropa mugrienta y rotosa flotaba en sus raquíticos cuerpecitos. Las caritas sucias y famélicas se tornaban risueñas cuando el amigo, empujando un piojo con una pajita, ganaba al del contrincante en la carrera que llevaban a cabo. Vieron como un niño extraía un piojo de su cuerpito y lo ponía al juego. Queriendo hacer lo mismo, se buscaron con loco afán un piojo en sus cuerpecitos blanquecinos y perfumados, pero grande fue su desilusión al no encontrar al valioso parásito que los hubiera hecho partícipes del juego. Indignados y molestos por no tenereseprivilegio,regresaroncabizbajos a sumansión. 45PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 48. Sudaca A pesar de todo, te dirán extranjero; algunos, trotamundos; otros, emigrante. Y para la despistada mayoría, siempreserásun indeseablesudaca. Pero tú, trabajador responsable, que laboras como un indocumentado, sin horario ni paga justa, que duermes mal y comes peor, eres, para colmo, un latinoamericano, es decir, una insoportable mierda. Aún así, en tus intermitentes sueños cargados de nostalgia, buscas con insistencia a la madre patria. Pero,lamentablemente,encontrastea la putamadre. 46 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 50. Carlos Saldívar (Lima, Perú, 1982). director de la revista Argonautas de fantasía, misterio y ciencia ficción. Ha publicado el libro Historias de ciencia ficción (2008) y Horizontes de fantasía (2010). Actualmente prepara su primeranovelayuntercerlibro decuentosdeterror. 48 PLESIOSAURIO
  • 51. Solución a la pobreza Estaban el Presidente del Perú y un periodista conversandosobreasuntosdeinterésnacional. Este año 2011, hemos conseguido que haya tres millones de pobres menos en el país –dijo el Presidente. —Lo felicito —comentó el periodista. ¿Los colocaron enestratégicospuestosdetrabajo? —No, los hemos colocado a todos en fosas comunes.No había lugarenloscementerios. 49PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 52. Eldinosaurio moderno Cuando despertó, el dinosaurio ya se había ido. Entonceslo llamó a sucelular. Confesión caníbal Era una mujer deliciosa —dijo el acusado—. Por eso me la comí. 50 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 54. Laura Elisa Vizcaíno Mosqueda (México DF, México, 1984). Licenciada en Literatura Latinoamericana por la Universidad Iberoamericana, realizó su maestría en Letras mexicanas en la UNAM, y cursó una estancia de investigación en la Universidad de Buenos Aires. Asistió al V Congreso Internacional de Minificción (2008). Actualmente realiza su investigación sobre la ficción breve en México y trabaja como investigadora en el Consejo Nacional para la CulturaylasArtes. 52 PLESIOSAURIO
  • 55. Problemasconel estambre La doncella Aracné abrió una escuela de Tejido y Bordado. Entre millones de alumnas hubo sólo una que nunca pudo graduarse. La creían holgazana e irresponsable, incapaz de hacer la tarea completa, sus compañeras se burlaban de ella y, como no le dirigían la palabra, nadie le preguntó porqué deshacía el tejidotodaslasnoches. La vidadespuésdela muerte Una mosca murió aplastada dentro de la libreta de un ingenioso que le encontró forma y sentido al bicho. Ahora, el diminuto cadáver es una hermosa estrella decolortostadoenla obra deunautor. 53PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 56. Asuntoslaborales Cuando Nietzsche proclamó la muerte de Dios, San Pedro se sintió aliviado, era la hora de conocer esas playas con Spa. Y mientras alistaba sus maletas y se medía el traje de baño, llegó el ángel de luz pesada a entregarleunmensajesobreeleterno retorno. 54 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 58. Cesar Valdivieso (Lima, Perú, 1988). Egresado de Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Director de la revista de creación literaria Ónice. Ha publicado poesía en algunas páginas de internet. Viene preparando actualmente un libro de narrativa quelleva por nombre Bestiasextintas. 56 PLESIOSAURIO
  • 59. Temores Entonces, ella muy tímida hundió un pie en el agua y al otro lado del mundo, en Irlanda, creyeron ver a un monstruonadando. Madurez Sólo cuando vieron que era el último tirado en todo el árido planeta, las aves dejaron de chillaron y fueron al grano. 57PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 60. Rupturaamorosa Inclusodespuésdehaberlo dicho todo,élmecogió la mano y mirándole a los ojos vi cómo iba llenándose de lágrimas. Sus labios comenzaron a producir un balbuceo extraño al igual que los bebes. Lo mecí entre mis brazos y empecé a enseñarle a hablar de nuevo. 58 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 62. José Luis Castellanos Segura. Ha publicado varios microrrelatos entre los que destacan los elegidos para 4 antologías diferentes de la Editorial Hipálage (Sevilla) y los seleccionados para el libro Para leerlos todos de la Universidad Iberoamericana de León (México). Finalista del concurso Internacional de Microtextos «Garzón Céspedes» (2008) y del Certamen de Relato Hiperbreve organizado por la fundación del Camino de la LenguaCastellana (2010). 60 PLESIOSAURIO
  • 63. Manifiestodel Lobo Feroz A ningún ser humano se le ocurriría pensar que el malo delcuentono seayo, elLobo Feroz.Por eso, me veo en la obligación moral de plasmar mi humilde punto devista. Lo único que hice para estigmatizarme de por vida fue lo que haría cualquier ser vivo: seguir mi naturaleza. Si tengo hambre, como, así de simple. ¿Hay algo malo en ello? ¿No es lo que hacéis vosotrostodoslosdías? Tal vez os parezca más normal el comportamiento de una madre inconsciente que manda sola a su hija a cruzar un bosque; o el de la abuelita que deja siempre la puerta de su casa abierta con la cantidad de indeseables que hay por ahí; o quizá el de la propia Caperucita, que, en vez de ser obediente y llegar lo antes posible a casa de su abuela, se detiene a coger flores y a hablar con el lobo de turno; por no hablar del extraño leñador que siempre está merodeando por las casas aisladas con un hacha en la mano (ese sí que podría llevar como epíteto el mío: elleñadorferoz). Decididamente, los hombres estáis locos; si la literatura hubiera sido cosa de lobos, otro gallo nos habría cantado. 61PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 64. Elno Quijote Tras la muerte de mi tío, recibí como herencia una memoria extraíble con varias decenas de carpetas repletas de archivos Word, que me llevó mucho tiempo leer. Uno de ellos, no sé por qué, me llamó poderosamente la atención. En él, un tal Cide HameteBenengelinos cuentala siguientehistoria: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, nació, vivió y murió Alonso Quijano. Perdió la cabeza por la cantidad de telebasura que consumió, pero gracias a los cuidados y prescripciones de un buen psiquiatra, llevó una vida parecida a la del resto de vecinos de su pueblo. ¡Quiénsabeadónde lehabrían llevado suslocuras!» 62 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 66. María Elena Lorenzin. Licenciada en Letras por la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza, Argentina) y doctora por la Universidad de Flinders (Australia). Desde 1985 reside en Adelaida, Australia del Sur, y trabaja en la Universidad de Flinders. Ha obtenido varios premios literarios como el Premio Fernán Caballero de relatos breves, convocado por la revista Antípodas y el Consulado de España en Melbourne. Microsueños, su primer libro de microrrelatos, fue publicado enesepaís (2008). 64 PLESIOSAURIO
  • 67. Dinosaurio Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, blogueando. De Julio Césarasumadre Poruntajo tantahistoria. 65PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 68. Laberintos Sisepierden,échenlela culpaa Borges,no a mí. Cuestióndegénero La viuda negra se morfaba cinco machos de un tirón, pero quedaba siempre insatisfecha. Para superar la neurosisfueal analista. Ahora esuna lesbiana feliz. 66 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 70. Sara Bravo Montenegro (Lima, Perú, 1971). Cursó estudios universitarios en la Pontificia Universidad Católica del Perú donde obtuvo dos bachilleres: en Educación y Humanidades, con especialidad en Literatura Hispánica. La página de Urbanotopía publicó algunos poemas suyos en el año 2008. Ha publicado en la revista literaria virtual En sentido figurado. Coeditora del blog El blog de la página en blanco. Su blog propio es El rincón deEva Lunera,dedicadoa la literaturabreve. 68 PLESIOSAURIO
  • 71. Lectorfurioso Cuando el dragón se salió del libro, el lector abrió su boca y le lanzó fuego a la cara. El dragón asombrado, a la vezquechamuscado,regresóa la historia. Elescapedela musa Su personaje sería muy femenino, delicado, con carácter y tendría el pecado de la vanidad. Inspiraría grandes hazañas, grandes pasiones y grandes obras de arte. Al terminar de escribir, quiso leer de principio a fin todo lo que había escrito. Se desesperó, pues no encontraba los pasajes donde ella debía estar presente. Antes de la palabra «FIN» encontró un mensaje dirigido a él: ¡Me hiciste demasiado bella como para morir arrugada, gorda y flácida!Mevoya otranovela! 69PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 72. Ellobo albino El señor Fuentes heredó el último cuadro que había pintado su amigo, cuyo cuerpo se había encontrado mutilado y mordido en su casa. Se trataba de un hermoso paisaje frío. En él las ramas de los árboles eran movidas suavemente por el viento. Había un cielo celeste con rayos brillantes de luz que hacía buena compañía a todo al panorama albino. Las líneas de los bajos montes blancos eran apenas nítidas. Entre ellas, y muy cerca al pino más alto, se encontraban unos ojos de mirada intensa y unas orejas se camuflaban con el color de los gruesos tallos. Un día sintió que lo estaban observando. Recorrió su casa para cerciorarse si había alguien escondido. Hasta que llegó al cuadro y se detuvo para admirar el paisaje. Unos minutos después, cuando comenzó a caer una intensa nevada, el lobo excavaba para escondersupresa. 70 PLESIOSAURIO
  • 74. Martín Gardella (La Plata, Argentina, 1973). Abogado, escritor y profesor universitario. Fue editor y fundador de la revista Pensamiento Jurídico. Recibió menciones y premios en varios concursos nacionales e internacionales. Varios de sus microrrelatos han sido incluidos en antologías del género publicadas en Internet y publicados en revistas dedicadas a la microficción. Es el creador del blog El living sin tiempo, subitácoradecuentosbrevesybrevísimos. 72 PLESIOSAURIO
  • 75. Adoración El mar adora a los soñadores. Por eso, engulle con olas descomunales a aquellos que gustan pasar largo tiempo sentados en el muelle, imaginando un futuro casi perfecto que nunca llegará. Cree que así roba sus sueños, para poder disfrutarlos él mismo en las solitariasnochesfríasdelinvierno. También le gustan los pescadores, pero a ellos los devora por simplevenganza. Infusiones Todas las mañanas, discuten por cualquier cosa. Si ella prepara té, él quiere café. Si sirve café, él lo encuentra demasiado dulce, frío o muy pequeño, o se leantoja con leche,o prefierequelecebeunmate. Pero, a partir de hoy, ella no quiere discutir más. Satisfará obedientemente todos los gustos de su esposo en el desayuno. Total, cualquiera de las infusionesservirápara esconderelsabor delveneno. 73PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 76. Le Cirque Rouge La caravana del circo arribó al pueblo aburrido, anunciando un espectáculo diferente. Entre el show de malabaristas y las bromas del viejo payaso, se presentaba, en el círculo de arena, un auténtico vampiro. Su acto consistía en fascinar a un enano, para luego beber la sangre de su cuello, frente a la mirada magnetizada de los pueblerinos. La rutina era escalofriante, pero muy original. El éxito del show fue tan contundente, que el circo debió extender su estadía en aquel sitio por toda la temporada. Pero, por desgracia, el stock de enanos se acabó rápidamente, y en las funciones siguientes, el pálido artista debió someter a su rutina a cada uno de sus compañeros del circo, incluido el dueño y los miembros de la orquesta. Ya sin música ni presentador, el exitoso vampiro anuncia el espectáculo de esta noche con una novedad. Por primera vez, solicitará la colaboración gentil y desinteresadadealguiendelpúblico. 74 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 78. Leonardo Cárdenas Luque (Lima, Perú). Cursa estudios de Literatura de la Universidad Nacional de Mayor de San Marcos. Ha dirigido un blog de creación literaria y se encuentra trabajando en varios textos inéditos. 76 PLESIOSAURIO
  • 79. Juan «Muchos años después,frenteal…». Dejóa unlado elpapiro ymiróal cielo: «En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios,yelverboeraDios». Volvió a leerloysonrió. Metamorfosis Cuando me desperté una mañana después de un sueño apacible, me encontré sobre mi cama convertidoenunhorriblehumano. 77PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 80. Batalla SU ENEMIGO: seis patas sobre la piedra que se mueven mejor en la noche. Él, armado con la escoba, agitaba las hojas cercanas. El enemigo asomó sus antenas, y el niño podría jurar que se las quitó cuando las cerdas sucias aterrizaron sobre el suelo. El insecto alzó vuelo desde una maceta, hacia las escaleras. Un poco más y llegaría a la puerta vecina, por donde se filtraría fácilmente, de ahí seguiría el camino a la cocina,donde encontraríaalgo quelo aliviaría. El niño, impulsado por la extensión de un combate que duraba demasiado, atacó sin piedad el escalón superior. El insecto se movía como condenado a muerte,yunsegundodespués… —Acáestá,madre. —Ponla enla olla. Esedía elmenúsupoa victoria. 78 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 82. Alejandro Bentivoglio (Avellaneda, 1979). Cursó el Profesorado de Castellano, Literatura y Latín. En 2006 publicó Revólver y otras historias del lado suave y, en 2008, Dakota/Memorias de una Muñeca Inflable. Ha participado de la I Jornada de Literatura Inglesa del I.S.P.J.V.G., el V Congreso Internacional de Minificción en Neuquén, las III Jornadas de Microficción de Rosario y las I Jornadas de Microficción de la Feria Internacional del Libro 2009. Sus microficciones han sido incluidas en antologías de Argentina, Estados UnidosyEspaña. 80 PLESIOSAURIO
  • 83. Vida decasados En el tren encontré a una señorita de cabello rubio que me dijo que yo era el hombre de su vida. Al principio le creí pero luego vi que el guarda se acercaba y noté que ella no llevaba boleto. Como cualquier otro caballero hubiera hecho, se lo pagué sin demora alguna. En el resto del viaje no nos hablamos. Al bajar enla últimaestación,exigíeldivorcio. Spleen canibal Bruno abrió los ojos y vio un pequeño japonés que lo estabacortando enpedazos. —¿Quésesuponequehace? El japonés sonrió y le cortó una pequeña porción decuerpo quedevoró ensegundos. Quizás no entiende el idioma, pensó Bruno. Luego se echó hacia atrás. Se sentía cansado, le dolía la cabeza. Pensó en decirle al japonés que hiciera menos ruidoal masticar. 81PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 84. Somosyo Sherlock Holmes golpeó la puerta. Un hombre pequeño y mal vestido lo hizo pasar a él y a sus dos acompañantes, Watson y Lestrade. Cuando los tres estuvieron en un viejo salón en desuso, fue Holmes elprimeroenhablar. —Usted me invitó —dijo—. Seguramente para exponernos sumacabro plan. —Así es —dijo el hombre sin inmutarse—. Están aquí para contemplar cómo cometo un crimen tan perfectoqueni ustedpodrá resolverlo. Todos permanecieron en silencio, estudiándose unos a otros. La batalla mental entre aquellos hombres prometía extenderse durante horas. Pero Lestrade, impaciente, sacó su revólver y disparó sobreHolmesysobreelhombre. —Alguien tenía que silenciar a esos pedantes —aprobó Watson. El doctor no lo sabía, pero debajo de las facciones de Lestrade se escondía Holmes, maquillado hábilmente. Lestrade no lo sabía, pero debajo de la de Watson,también. 82 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 85. ROMÁN DE LA CRUZ
  • 86. Román de la Cruz (Callao, Perú). Estudiante de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Escribe poemas, cuentos y novelas no publicadas. 84 PLESIOSAURIO
  • 87. Regreso —Cuando todo esto acabe podré ver a mi familia, besar a mi esposa y abrazar a mi hija, sentarme juntos a ellas a la mesa y contarles esta historia mientras desayunamos. Ya puedo ver sus rostros, gestos de admiración y espanto, sonrisas y silencios, mientras les relatos mis batallas, mis triunfos y mis derrotas. Puedo oír la voz de mi esposa reprochándome: «No debiste entrar a la guerra ¿Responder el dolor con más dolor era necesario? No tenías que veng…» Y a mihija interrumpiendo:«¿Quéesuna guerra?» —Otra vez las fiebres. Creo que ya es su hora, estádelirando. —¿Quéeslo quedice? —Queiráa vera sufamilia. —Entonces te equivocas, aún no ha perdido la cordura. —Entonces no podré decir nada, ni yo sé las respuestas a esas preguntas, solo me quedará dejar a un lado la pieza de pan, tomar un sorbo de café y, listo para no llorar, pedirles que vuelvan a abrazarme, decirlesqueahora solo quieroolvidar… —¿Porquélo dices? —Porque su familia murió en el primer bombardeo. 85PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 88. Edén En días como estos, cuando el sol arrecia y mi sangre hierve, te hago el amor sin pena ni miramiento. Es la hora de nuestro edén, en la que nos reímos de las brujas y de los hombres, de sus leyes y encantamientos. Y aunque, desde otro lado de la cerca, la gente que pasa, ya sea por odio o temor, asco o envidia, nos grite: «¡Puercos!» Nosotros sabemos que no hay nada mejor que entrelazar nuestras pezuñasyestrechar nuestroshocicos. 86 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 90. Saturnino Rodríguez Riverón (Placetas, Cuba, 1958). Narrador y poeta. En 1999 obtiene el Premio Calendario Narrativa con el cuaderno Manuscritos en papel de cigarro (2001), Cuentos de papel (2007). Ha sido incluido en diferentes antologías, como Cuentos cubanos contemporáneos. Palabra de sombra difícil (2001); Certamen Jara Carrillo, Premios 2003-2005 (2005), Premios 2006- 2007 (2007), Karma sensual. Antología de relatos eróticos (2005), Con buenas palabras (2006), Bendito sea tu cuerpo (2008), entre otros. Trabaja como periodista en la emisoraRadio Reloj,deLa Habana. 88 PLESIOSAURIO
  • 91. Tiempo presente El sueño del Emperador Amarillo era nítido y consistente: sería el primer emperador, el único. Nadie antes que él, nadie más sabio. Necesitaba controlar el pasado, abolirlo, y la mejor manera de hacerlo era suprimir todo lo escrito. Ordenó a su ejército recorrer las ciudades de estrechas callejuelas, asolar las pagodas, confiscar todos los libros y cremarlos. El resplandor de la inmensa pira se vería más allá de la muralla. Después de la majestuosa incineración quedaría extinguido el pasado: la historiacomenzaríacon él. Dos extenuados campesinos de una aldea cercana fueron conducidos a la fuerza para que dieran fe del hecho. Se les pagarían veinte monedas y una inobjetable amenaza de muerte para firmar el testimonio. Entonces, ante la mirada atónita de los aldeanos y junto a los libros que pretendía quemar, el emperador Chi Huang-Ti comenzó a arder de los pies hacia arriba. Cuando las llamas le consumían a nivel de las rodillas, se dio cuenta de que era un gobernador de papel dentro de uno de los libros que él mismo había ordenado quemar. En ese siempre presente, ardería junto al pasado por los siglos de los siglos. 89PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 92. La mordida de David La hormiga escritora muerde la mano del escritor, que entre otras cosas, ha escrito textos semejantes a esa misma mordida. ¿Por qué?, pregunta el escritor. Porque tú no eres una hormiga para escribir como mi mordida, grita la hormiga. Y tú no eres tan escritora para morder como escribo yo, alega David. Y antes de aplastarla con el pulgar, recomienda al autor limpiar el texto: Hay demasiadas hormigas y escritores. 90 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 94. Rubén Roque Aroni (Lima, Perú, 1991). Estudiante de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha participado en talleres de microrrelato dictados por Ricardo Sumalavia y en recitales de poesía y minificción. Forma parte del comité editorial de Plesiousario. Primera revista de ficción breve peruana desde 2009. Fue seleccionado en los recitales «Ese puerto existe» en la UNMSM. Participará en el VI Congreso Internacional deMinificciónenBogotá. 92 PLESIOSAURIO
  • 95. Hombreenamorado Al salir de la bañera las palabras de su madre aún le revoloteaban en la cabeza. Lo había empezado a notar hace algún tiempo: esa amistad era cosa peligrosa. Mientras escogía la ropa que se pondría para salir con Elisa pensaba en la forma de alejarse de ella. Pero él no sospechaba que ya era demasiado tarde. Cada pantalón que se probaba le resultaba incomodo pronto los pies dejaron de soportarle el peso. Primero fue Rodrigo, luego Joaquín y ahora le pasaba a él. El timbre sonó y él no dejaba de mover la cola, mientras a su cabeza retornaban las palabras de sumadre:«Hasdejado mucho pelo enla bañera». 93PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 96. Jaula Una nueva visitante llegó para hacerle compañía. Abrieron las rejas y ella entró casi a la fuerza. Él asustado y temeroso de sus captores, permaneció en silencio. La nueva compañera de celda era hermosa, hace mucho que no tenía compañía. Él aprovecho la noche, mientras ella dormía, para acercarse. Ella fingiendo el sueño, lo recibió bien, dejándolo posar encima de ella. Cuando él se alistaba para arremeter, ella aprovechó el descuido y le asestó un zarpazo en el corazón. Él cayó estrepitosamente. Para cuando los guardias llegaron ya estaba muerto. Abrieron la celda para tratar de socorrerlo, ella reconoció el momento justo para escapar. Vuela muy alto y se pierde en el horizonte en busca de su amor. Yo aún esperoquevuelva a mí. 94 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 98. Dany Doria Rodas (Lima, Perú, 1987). Estudiante de Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue organizador del evento Narradores en San Marcos. Un espacio para la prosa (2007) y director de la revista de literatura Bosque de latidos (2007-2008). Es editor de Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana desde2008. « » 96 PLESIOSAURIO
  • 99. Encuentro* En 1960, un hombrecito de Lancaster llegó ante mi presencia. No había abierto aún el libro grande, viejo y empolvado, ni le había preguntado nada, cuando se adelantó a decirme: —Yo sécómo hacercosascon palabras. Esta intervención me estremeció: «¿Qué? ¿Otro más?, me sobresalté. Inmediatamente me apresuré a buscar su nombre en dicho libro y su expediente en uno delosarchivadoresdelapolillado armario. Encontré su nombre: sólo se llamaba John, entoncespudesentirmetranquilo. Busque otro libro, uno voluminoso y amarillento, y ledije: —Yo tambiénsécrearcosascon palabras. Y le cité unas cuantas líneas que otros hombres habían escrito sobre mí hacía poco antes de su inoportuna llegada «Dijo Dios: “Haya Luz”; y hubo luz» (Gén. 1, 3), «[…] y dijo: “Voy a exterminar al hombre que creé […]”» (Gén. 6, 7), «[…] y se dijo en su corazón: “[…] Mientras dure la tierra habrá sementera y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche”» (Gén.8,21-22). Y asífue. * Publicado anteriormente en Bosque de latidos. Año II, Nº 3. Lima, agostode2008,p.22. 97PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 100. Familia Cierto hombre, una vez, construyó una casa bastante amplia para él y sus hijos, a quienes les encomendó su cuidado y la continuación de su empresa, pues tenía quesaliral extranjeropor untiempoindeterminable. Sin embargo, durante el transcurso surgió una disputa entre ellos y algunos se construyeron otra viviendapara continuarcon la mismaempresa. El padre regresó rico a su casa y se llevó consigo a los que encontró allí. Se desconoce el paradero de los demáshijos. 98 PLESIOSAURIO El bolo alimenticio
  • 101. Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana Nº 3, Vol. 2 se terminó de imprimir en los talleres gráficos de abismoeditores el12 de octubre de 2010, día de la raza. Jr. Pablo Risso 351 - C, Lima 30. Tiraje: 150 ejemplares