La política criminal alternativa propone reducir el alcance del sistema punitivo a través de mecanismos como la descriminalización, despenalización y uso de medidas alternativas a la prisión. Busca criminalizar conductas de los grupos privilegiados que afectan a los desprotegidos y eventualmente eliminar el sistema penal capitalista. El abolicionismo ve al criminólogo como alguien que ayuda a resolver conflictos en lugar de enfocarse solo en el delito.