La política establece que la seguridad y salud de los empleados, contratistas y visitantes es la máxima prioridad de la compañía minera. Se compromete a prevenir incidentes a través de recursos, capacitación y cuidado integral de las personas, buscando la mejora continua en seguridad y salud ocupacional. También reconoce el derecho de los trabajadores a negarse a realizar tareas inseguras que pongan en riesgo su salud o integridad física.