Este documento presenta varias interpretaciones de una imagen que muestra a niños absortos en dispositivos tecnológicos en lugar de interactuar entre sí o con el mundo que los rodea. Representa cómo la tecnología domina nuestras vidas y nos distrae de las conexiones humanas, y cómo los niños han naturalizado el uso constante de dispositivos en lugar de actividades offline. También sugiere que nuestra empatía y emociones están cada vez más mediadas por la tecnología.