Este es el documento entregable de la práctica titulada "Propuesta para el ahorro de energía", perteneciente al curso de EDX "Ahorro de energía". El autor es Santiago Casado.
Taller 1 Reflexión Docente Colectivo Presencial_2024 _20 de marzo.pptx
Practica "Propuesta para el ahorro de energía", de Santiago Casado
1. Ahorro de energía
Curso MOOC del Tecnológico de Monterrey, impartido en EDX.
Práctica “Propuesta para el ahorro de energía”
Autor: Santiago Casado
Ecuador, 2021
2. Reporte sobre mi consumo actual de energía (electricidad y/o combustibles):
En mi hogar se utilizan varios electrodomésticos tanto para iluminación como para alimentación
o trabajo. A continuación, se clasifican los consumos principales en el hogar:
Alimentación:
- Para el almacenamiento de los alimentos se utiliza principalmente una refrigeradora, la
cual tiene una potencia nominal de 0.25 kW. Si se supone que está utilizando la potencia
nominal unas 7 horas al día, en un mes de 30 días este electrodoméstico habría consumido
unos 0.25 * 7 * 30 = 52.5 kWh mensuales.
- Para el procesamiento de los alimentos para el consumo se utiliza una cocina de
inducción, que tiene una potencia máxima de 9.2 kW. Si se supone que se utiliza a media
potencia durante una hora de media todos los días en promedio, en un mes de 30 días
este electrodoméstico habría consumido unos 9.2 * 0.5 * 1 * 30 = 138 kWh mensuales.
- Para el calentamiento de los alimentos en ocasiones se hace uso de un horno microondas,
el cual tiene una potencia máxima de 1.05 kW. Si asumimos que se utiliza a máxima
potencia durante 2 horas todos los días, en un mes de 30 días este electrodoméstico
habría consumido unos 1.05 * 2 * 30 = 63 kWh
Iluminación:
- La iluminación se produce por medio de bombillas de ahorro energético, las cuales
consumen 9 W cada una, lo cual da un total de 108 W en caso de que todas las bombillas
estuviesen encendidas, potencia que estimo que es consumida unas 3 horas diarias.
Suponiendo un mes de 30 días, esto implica 0.108 * 3 * 30 = 9.72 kWh mensuales.
Trabajo:
- En el trabajo utilizo, básicamente, computadoras, las cuales puede asumirse que
consumen 300 W. Si éstas funcionan a un ritmo constante durante 8 horas diarias, y se
asume un consumo igual para las computadoras del hogar durante 2 horas diarias, hace
un total de 0.3 * 10 * 30 = 90 kWh mensuales.
Ocio:
- Dentro de este apartado podría encontrarse la televisión. Tiene una potencia de 0.046
kW. Si se asume que está 2 horas conectadas al día de media, en un mes de 30 días este
electrodoméstico habría consumido unos 0.046 kW * 2 * 30 = 2.76 kWh mensuales.
Caldera:
- El calentador de agua presente en mi hogar funciona mediante la quema de gas propano
y consume aproximadamente 30 kg mensuales.
Teniendo en cuenta que mis desplazamientos son realizados en bicicleta o andando, tal vez
habría que aumentar el consumo personal a través de la ingesta de alimentos y las reacciones
químicas internas en el cuerpo humano, pero su cálculo resultaría muy complejo, al tener que
incluir la producción alimenticia y su transporte hasta el supermercado. Me centraré, por lo
tanto, en el consumo energético más allá del realizado por el cuerpo humano.
Estimo, por lo tanto, que el total consumido por mi persona es de unos 355.97 kWh mensuales,
más 30 kg de gas propano.
3. Generación de estrategias:
A continuación, se indica un listado con propuestas de acciones específicas para producir
ahorros energéticos potenciales:
1. Reducir el tiempo de consumo de la cocina de inducción, aprovechando el calor
remanente al apagar la corriente eléctrica. Generalmente esta energía es desechada.
2. Ajustar el tamaño de las ollas o sartenes al hornillo en la cocina de inducción, de
manera que no se desperdicie la energía proporcionada. Es posible que se estén
utilizando hornillos más grandes que la base de las ollas, o tal vez éstas no cubran
homogéneamente la superficie, perdiendo energía.
3. Revisar la potencia proporcionada por la refrigeradora en condiciones normales. Tal vez
pueda reducirse ligeramente.
4. Cambiar los horarios diurnos para aprovechar toda la luz diurna solar, en lugar de
recurrir a la corriente eléctrica para la iluminación.
5. Aprovechar la energía solar para calentar el agua del hogar, tanto mediante paneles
solares como mediante depósitos situados en el tejado de la vivienda, expuestos con
colores oscuros a la luz solar.
Detalle de las cantidades de ahorro:
A continuación, se muestran los ahorros energéticos estimados que podrían obtenerse al aplicar
cada una de las estrategias detalladas en el anterior punto:
1. Tal vez, de media, puedan ahorrarse con la propuesta del aprovechamiento del calor
remanente al apagar la corriente eléctrica de la cocina de inducción unos 12 minutos
diarios del tiempo de uso de la cocina de inducción a media potencia. En tal caso, se
estarían consumiendo 9.2 * 0.5 * 0.8 * 30 = 110.4 kWh mensuales que, comparados
con los 9.2 * 0.5 * 1 * 30 = 138 kWh mensuales sin esta medida, supondría un ahorro
de 27.6 kWh mensuales.
2. Quizás, de media, se pueda disminuir la potencia de uso media décima con la
propuesta consistente en el ajuste del tamaño de las ollas o sartenes al hornillo de la
cocina de inducción. En este caso, se estarían consumiendo 9.2 * 0.45 * 1 * 30 = 124.2
kWh mensuales, y al compararlos con los 9.2 * 0.5 * 1 * 30 = 138 kWh mensuales sin
esta medida, supondría un ahorro de 13.8 kWh mensuales. Téngase en cuenta que,
adicionalmente, la reducción de la potencia implicará una menor corriente eléctrica
por algunos de sus circuitos, lo que disminuirá asimismo las pérdidas de energía por
efecto Joule, así como por el aumento de la resistencia eléctrica al aumentar su
temperatura. No obstante, al ser poca la reducción de potencia estimada mediante
esta acción, este fenómeno se considera como un adicional, despreciable respecto al
ahorro causado por la reducción de potencia intencionada.
3. Se calcula que, mediante la reducción de 2 puntos de un total de 8 (más se considera
arriesgado para la conservación alimentaria) en la potencia de la refrigeradora, podría
disminuirse el consumo de la potencia un cuarto del actual: en promedio, 0.25 * 0.25 *
7 * 30 = 39.37 kWh mensuales que, comparados con los 0.25 * 7 * 30 = 52.5 kWh
mensuales sin esa reducción, supone un ahorro energético de 13.13 kWh mensuales.
4. Al cambiar los horarios diurnos, de tal manera que se aproveche todo lo posible la luz
solar, se estima que se podría reducir, de media, 1 hora en el uso de la luz eléctrica en
el hogar. No obstante, al estarse utilizando bombillos de bajo consumo, la disminución
es menos notable: pasaría a un valor de 0.108 * 2 * 30 = 6.48 kWh mensuales desde
4. 0.108 * 3 * 30 = 9.72 kWh mensuales, es decir, se conseguiría una reducción de 3.24
kWh mensuales. Sin embargo, dado que este cambio de hábitos es sencillo y no
merma el estado de bienestar de los usuarios, no es desdeñable esta reducción.
5. Sin tener en cuenta el coste de la instalación, es posible que la medida de la instalación
de paneles solares en el tejado de la casa, así como de reservorios con un color negro
para absorber la radiación solar, permita disminuir a la mitad el consumo de gas
propano. Naturalmente, dependerá de la cantidad de luz solar que exista en el lugar, y
no puede por tanto ser una fuente energética exclusiva para el calentamiento del
agua. Se estima que esta medida cambiaría el gasto de gas propano de 30 kg a 15 kg.
Cantidades de energía en términos monetarios:
A continuación, se indica la traducción energética a términos monetarios de los ahorros
energéticos estimados que podrían obtenerse al aplicar cada una de las estrategias detalladas
previamente:
1. En mi localidad, el precio por kWh ronda, de media, los 0.139 dólares (USD). Por
consiguiente, el ahorro económico conseguido mediante la acción consistente en el
aprovechamiento del calor remanente generado por una cocina de inducción, la cual
tiene un ahorro estimado de 27.6 kWh mensuales, es, aproximadamente, de 3.84
dólares (USD) mensuales.
2. Aplicando la medida relativa al ajuste de las ollas o sartenes al tamaño de los hornillos
de la cocina de inducción, lo que se ha estimado que lograría un ahorro de 13.8 kWh
mensuales; puesto que el precio por kWh es de unos 0.139 dólares (USD) en mi
localidad, se calcula que se obtendría un ahorro económico de 1.92 dólares (USD)
mensuales.
3. Mediante la reducción de la potencia de la refrigeradora, lo que se ha estimado que
generaría un ahorro energético de 13.13 kWh mensuales, se deduce que implicaría, a
un precio de 0.139 dólares (USD) por kWh, unos 1.83 dólares (USD) de ahorro
económico mensual.
4. La disminución del consumo energético para iluminación, fruto del cambio de horario y
del aprovechamiento de la luz diurna solar, se ha estimado que sería de 3.24 kWh
mensuales, con lo que, al precio existente en mi localidad de 0.139 dólares (USD) por
kWh, supondría un ahorro económico mensual de aproximadamente 0.45 dólares
(USD).
5. En el caso de la reducción del uso de la caldera para el calentamiento del agua de uso
doméstico, si bien se estima que se podría reducir a la mitad el uso del gas propano
debido al calentamiento solar previo, lo que implica la eliminación del pago de un
cilindro de gas mensual, es decir, un ahorro económico mensual de 3 dólares (USD)
mensuales (el precio del contenido de un cilindro de gas de 15 kg en mi localidad), esta
disminución tiene el inconveniente de no contar no sólo con el precio de la instalación,
sino también con las posibles reparaciones que sea necesario hacer en esa estructura.
5. Análisis crítico sobre la viabilidad de la propuesta y los resultados esperados:
La propuesta definitiva consistiría en trabajar sobre todo en la reducción del gasto energético
de la cocina de inducción y sobre el cambio horario para la disminución del consumo de energía
necesario para la iluminación. La instalación de paneles solares u otras estructuras para la
reducción del gasto producido por la quema de gas propano, si bien son parte de la estrategia,
pues ayudaría a reducir la combustión de substancias sólidas una vez creada la instalación, el
coste económico para su construcción y el consumo energético requerido para ello
(posiblemente también basado en la combustión fósil) mermarían gran parte de los beneficios
que acarrearía establecerlo, con lo que convendría hacer un estudio más detallado sobre esta
parte de la estrategia. En cuanto al descenso de la potencia empleada en la refrigeradora,
también incluido en la propuesta, convendría explorar el efecto que esto causaría en la
conservación alimenticia, lo cual a su vez dependerá de los hábitos de adquisición,
procesamiento y consumo de tales alimentos. Dados los valores de reducción energética y
económica, habrá que comprobar si tales beneficios superan o no las posibles pérdidas
ocasionadas por la potencial podredumbre ocasionada en algunos alimentos, lo que a su vez
aumentaría el consumo energético al sustituir tales alimentos por otros que han tenido que ser
producidos, transportados y almacenados.
Es por ello que la propuesta se centra sobre todo en hábitos simples con réditos financieros y
ambientales. La elección de ollas o sartenes que se ajusten al tamaño de los hornillos, o bien,
simplemente, el posicionamiento de estas ollas o sartenes en el hornillo más adecuado de la
cocina de inducción es algo fácil de realizar y que no menoscaba en nada el bienestar de los
usuarios. Asimismo, el aprovechamiento del calor remanente para cocinar es una costumbre
que, una vez implantada, tampoco mengua ese bienestar si se planifica el tiempo
correctamente. Por último, el establecimiento de unos horarios que permitan aprovechar al
máximo la luz solar y reducir la iluminación eléctrica doméstica es una buena práctica, también
realista y factible de llevar a cabo, al igual que las indicadas respecto a la cocina de inducción.
Tal vez en este caso no sea tan significativo el cambio, sobre todo si se utilizan bombillos de
ahorro energético, pero, dada la facilidad de su aplicación, considero que no es en absoluto
descartable. Quizás ninguna de estas medidas impacte enormemente el gasto tanto energético
como económico, pero son a mi parecer muy efectivas. Esto es debido a que en la efectividad
no sólo cuenta lo que se reduce en términos absolutos, sino también lo que se requiere para tal
reducción, y en este caso únicamente es la voluntad.
En definitiva, aunque todas las acciones presentadas son realistas y factibles de llevar a cabo, la
propuesta se centra en aquéllas que son más fáciles de llevar a cabo, consiguiendo una
estimación de más de 44.64 kWh de reducción del gasto energético, lo que equivale a unos 6.2
dólares (USD), sin apenas realizar modificaciones, excepto, claro, las de nuestras costumbres.