El documento discute cómo el derretimiento de los glaciares en el Ártico, acelerado por el cambio climático, está afectando directamente a los osos polares. Al disminuir el hielo marino, los osos polares tienen que viajar más lejos para cazar, lo que aumenta su fatiga y riesgo de muerte. Además, la pérdida de hábitat reduce la disponibilidad de alimentos como las focas, lo que puede conducir a una mayor competencia por los recursos y un mayor riesgo de inanición. Debido a la