El documento describe las políticas del Estado venezolano para fomentar la ciencia y la tecnología desde 1999. Se crearon nuevos organismos como el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación bajo el Ministerio de Ciencia y Tecnología, con el objetivo de incorporar diversos actores científicos en la construcción del país. Sin embargo, el documento cuestiona el impacto real de estas políticas y reta al Estado y las universidades a evaluar hasta qué punto han logrado democratizar el conocimiento.