En el transporte público, los pasajeros deben subirse de manera ordenada sin empujar a otros. En el autobús se debe formar una fila de acuerdo al orden de llegada a la parada. En el tranvía no se permite comer, fumar o negar los asientos azules a personas necesitadas. Además, los pasajeros deben evitar tirar basura, ceder su asiento cuando sea necesario y controlar a los niños para no molestar a los demás.