PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
Presentación JONÁS.pptx
1. EL PROFETA JONÁS
LIBROS PROFÉTICOS Y
SAPIENCIALES
William Zuleta, Pbro.
José Nelson Castro Clavijo
2. EL PROFETA JONÁS
1. Jonás, rebelde a su misión
2. Jonás salvado
3. Conversión de Nínive y perdón divino
4. Despecho del profeta y respuesta
divina
3. EL PROFETA JONÁS
El libro de Jonás: problemas críticos
División del libro de Jonás • I. Misión de Dios a Jonás (1,1-
2,11) – Misión profética y huida de Jonás (1,1-3) – La
tormenta (1,4-16) – Jonás en el vientre de la ballena (2,1-3a)
– Salmo de acción de gracias (2,3b-11) • II. Jonás en Nínive
(3,1-4,11) – Predicación de Jonás en Nínive (3,1-4) –
Penitencia de los ninivitas (3,5-10) – Despecho de Jonás
(4,1-8) – Reprensión divina y razón de la misericordia de
Dios (4,9-11)
4. El libro no recoge una profecía propiamente dicha,
sino un relato con un protagonista llamado Jonás. Su
nombre es Jonás ben Amitay) y su mensaje de
penitencia, dirigido a Nínive, indujeron a
considerarlo como profeta. No contiene ningún
oráculo en sentido estricto, pues no se puede
considerar como tal Jon 3,4; no hay un mensaje
expresado con la fórmula del mensajero; ni siquiera
aparece el término profeta o profetizar. Las únicas
palabras que pueden considerarse proféticas son
«Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada» (3,4).
5. El relato consta de tres episodios enlazados, cada uno de los cuales podría tener sentido en
sí mismo: -el primero narra el encargo recibido por Jonás de predicar la conversión de
Nínive, la ciudad pagana por excelencia, la huida del profeta “lejos del Señor” hacia
Tarsis, país de oro y riqueza, y el rechazo de los marineros, paganos, pero temerosos de
Dios que le arrojan al mar (Jon 1).
-El segundo episodio relata cómo Dios reitera a Jonás la orden de predicar la conversión a
Nínive y él la ejecuta; la ciudad hace penitencia y el castigo previsto se suspende(Jon 3)
-El tercero y último relato Jonás se irrita ante el perdón otorgado a Nínive, y recibe una
nueva lección sobre el alcance de la misericordia divina: el ricino que constituía su gozo,
se seca y se pierde; ante esa circunstancia Jonás se entristece profundamente. Dios le hace
ver la moraleja: Si un hombre es capaz de tener lástima por un arbusto, ¿cuál será la
solicitud de Dios por una ciudad tan poblada, como Nínive?
6. Género literario de Jonás
Durante muchos siglos se ha interpretado
como libro histórico: el profeta Jonás,
mencionado en 2Re 14,25 habría
conseguido la conversión de Nínive en el
siglo VIII. Pero son muchas las dificultades
que tal hipótesis comporta, sobre todo la
falta de datos concretos: no se dice cuál es
el origen del profeta, ni el nombre del rey de
Nínive, ni dónde lo vomita el pez, etc.
7. Otros han supuesto que es una alegoría fácilmente
comprensible hasta por los más sencillos: Jonás
(que representa al pueblo) conoce la
omnipresencia de Dios (1,9) y la misión recibida
de enseñarla a las naciones, pero lo evita. Conoce
la misericordia divina (4,2), pero le cuesta admitir
que alcance también a los paganos. Sólo después
de ser tragado por el monstruo (que representa la
deportación) comenzaría a ser consciente con su
misión.
8. Más bien parece una narración sapiencial, al
estilo de Tobías, Ester o Rut, escrita para
transmitir una enseñanza. Lo específico es la
doctrina o doctrinas que transmite, aunque
algunos elementos de la narración resulten
inverosímiles o extraños. Si se consideró un
libro profético, es porque su mensaje coincide
con el de los demás libros proféticos.
9. Contenido doctrinal de Jonás
La enseñanza central de este magnífico libro es el dominio de Dios sobre todas
las naciones, no sólo sobre el pueblo de Israel: Dios puede condenar a Nínive o a
cualquier nación pagana, como anunciaban los “oráculos contra las naciones”
de los profetas clásicos, pero -y esto es lo específico de Jonás también puede
tener misericordia de ellas y perdonarlas.
Y, sobre todo, el relato ridiculiza el particularismo de algunos judíos repatriados
que negaban la salvación de los paganos, a no ser que, al convertirse, se unieran
con todas las consecuencias al pueblo elegido y asumieran su ley. Es, por tanto,
la reacción de un hombre de gran apertura sapiencial, probablemente de la
época de la reforma de Esdras-Nehemías, en la que la comunidad tendía a
encerrarse en sí misma, olvidándose de ser testigo del Señor ante el mundo al
que tiene que llevar la bendición a Abraham.
10. El libro de Jonás, que contiene una doctrina
similar a la que se exponía en la tercera parte de
Isaías, prepara la venida del «Israel de Dios» (cfr
Rom 9,68.29-30). Mensaje de sustancia
profundamente profética con una presentación
homilética y sapiencial. Nuestro Señor citará el
episodio de Jonás, como signo de su propia
sepultura, de la que al tercer día habría de
resucitar (Mt 12,38-42; 16,1-4; Lc 11,21-32).