El proceso de evangelización en los Andes estuvo sujeto a cambios políticos, económicos y sociales durante la conquista del Perú. La religión católica implantada por los españoles chocó con las creencias y costumbres de los pueblos indígenas, por lo que algunos se rehusaron a convertirse y fueron castigados. A pesar de los esfuerzos por eliminar las prácticas ancestrales, como la destrucción de templos incaicos, algunas creencias como la adoración al dios Sol sobrevivieron