La Iglesia Católica llegó a México con la conquista española. Los españoles obligaron a los indígenas a convertirse al catolicismo. En 1917, la Constitución mexicana estableció la separación entre la iglesia y el estado, lo que provocó conflictos como la rebelión cristera en 1926. En la década de 1920, el presidente Calles expulsó sacerdotes extranjeros y cerró iglesias, aumentando las tensiones. Finalmente, en 1929 se llegó a un acuerdo entre la iglesia y