La economía de El Salvador ha experimentado un crecimiento constante pero modesto desde los Acuerdos de Paz de 1992. Sin embargo, existe una gran desigualdad económica, con el 20% más rico recibiendo el 45% de los ingresos nacionales, mientras que el 20% más pobre solo recibe el 5.6%. El Salvador también ha firmado varios tratados de libre comercio, aumentando sus exportaciones a esos países.