2. La siembra directa es un sistema que consiste en prácticas agrícolas con
reducidas labranzas que mantienen rastrojos sobre los suelos. Permite producir
sin degradar el suelo, mejorar el aprovechamiento de las lluvias y reconciliar la
agricultura con la naturaleza.
La siembra directa es la base de un sistema de producción agrícola:
de alto rendimiento: PRODUCTIVO
que cuida los recursos naturales: SUSTENTABLE
que permite obtener ganancias: RENTABLE.
En este sistema conviven una serie de factores o componentes a tener en
cuenta, que entre otros incluye: no arar ni hacer otro tipo de laboreos, antes
considerados fundamentales.
3. Para superar los serios problemas que ocasionan las técnicas tradicionales sobre
los suelos. La agricultura de décadas pasadas incluía trabajos de laboreo en las
zonas más productivas, produciendo una creciente degradación física y química.
La erosión hídrica y eólica progresaban a niveles graves y la caída de materia
orgánica y nutrientes comprometían la estabilidad estructural de los suelos.
Junto a esto, se registraba un descenso en la rentabilidad y un aumento en el
riesgo de la actividad agrícola: la producción disminuía y los rendimientos se
volvían inestables.
4. En el mundo, los países que tienen las mayores superficies de cultivo en
labranza cero son: Argentina, Brasil, EE.UU. y Paraguay. En EE.UU., la labranza
cero gasta cerca de un 45 % menos de los requerimientos energéticos
(combustibles) utilizados para labores de precosecha que los sistemas de
labranza tradicional.
En la Argentina, la superficie de cultivos bajo este sistema de producción fue
de alrededor del 70% para la campaña de cultivo 2004/05, representando
unas 19 millones de hectáreas.
5. Unidad tecnológica donde tenemos la genética, la biología y la química, que le
otorgan protección al cultivo hasta 50-60 días después de emergido. En estos
momentos se apunta a simplificar la producción agrícola, de manera que un
productor pueda contar en una semilla: el gen (resistencia), la biotecnología
(productividad), la química (defensivos) y la biología (inoculantes). Esto no
significa que no se tenga que trabajar con rotación de principios activos para
aumentar la vida útil de los avances tecnológicos.